MADRID, 4 Jul. (EUROPA PRESS) -
El candidato a la Presidencia del PP Pablo Casado ha proclamado en el acto de cierre de su campaña por las primarias del partido que va a ganar este proceso electoral y que quiere hacer sitio a "todo el mundo", especialmente a los otros candidatos que concurren con él, "que son de las mejores personas que hay en el partido".
Casado ha elegido el parque madrileño Gregorio Ordóñez para dar por concluida la semana y media de campaña, en la que ha recorrido todas las comunidades autónomas en un agenda de tres y cuatro actos diarios en distintas ciudades y pueblos del país.
El candidato ha lanzado un mensaje de reconocimiento a sus contrincantes y ha hecho un llamamiento a la unidad en el congreso de julio en el que se elegirá al sucesor de Mariano Rajoy, después de haber sido también crítico a mitad de campaña con lo que denominó "zancadillas" a su candidatura y "presiones" de otros aspirantes a los cargos del PP para orientar el voto.
Casado ha insistido hoy en que si él gana no pierde nadie, en clara referencia una vez más a la rivalidad excluyente entre otras dos candidatas, Soraya Sáenz de Santamaría y María Dolores de Cospedal. Su candidatura, ha abundado el diputado, es la que mejor representa la "renovación, ilusión y unidad" que necesita el PP.
NO DEPENDER DE BISAGRAS
"Vamos a ganar, vamos a ganar y a hacer sitio a todos porque necesitamos a todo el mundo, en especial los otros candidatos, que son de las mejores personas que hay en nuestro partido", ha dicho el candidato, que ha reivindicado que una generación "nueva" quiere salir adelante pero también contar con la experiencia de otros. "Queremos volver a ser el partido de 11 millones de votos que no dependa de bisagras", ha resumido.
Casado ha recordado por último algunas de sus apuestas para hacer del PP un proyecto "vitalista y ganador", como una reforma fiscal que suprima impuestos como sucesiones, donaciones y patrimonio; también, una ley de memoria, dignidad y justicia, que prohíba los homenajes a etarras, y desbloquear la reforma educativa, para garantizar la enseñanza en y del español en todo el país.
También ha apostado una vez más por el reforzamiento institucional del país para "hacer política" en Cataluña y "evitar un golpe de Estado nuevamente", así como para regular el delito de sedición impropia, el de referéndum ilegal y recuperar el recurso previo de inconstitucional.
