Cinco policías serán juzgados este lunes por reprimir a base de golpes a manifestantes contra la deuda externa

Actualizado: viernes, 6 febrero 2009 20:35

MADRID, 6 Feb. (EUROPA PRESS) -

Cinco policías nacionales, dos de ellos altos mandos, serán juzgados a partir del próximo lunes por reprimir supuestamente a base de golpes a un grupo de manifestantes que realizaban en noviembre de 2001 una sentada pacífica en las escaleras del Congreso de los Diputados para reclamar la abolición de la deuda externa de los países del tercer mundo.

A consecuencia de la actuación de la Policía, resultaron lesionadas 59 personas, 14 de ellas graves y 45 leves. Al término de los enfrentamientos, se detuvo a siete de los manifestantes por desórdenes públicos. Se les puso en libertad tras declarar ante el juez.

El juicio se celebrará a instancias de la acusación particular, puesto que la Fiscalía de Madrid no formula acusación. El Ministerio Público entiende que los hechos ocurridos no constituyen delito y, por tanto, no cabe "hablar de autoría". Por ello, reclama que se proceda a la libre absolución de los procesados.

En el banquillo de los acusados se sentarán el subinspector de Policía Sebastián C.G.; el inspector José Antonio N.: el funcionario Lucinio F.R.; el agente José Enrique M.M.; y José Miguel G.R. Se les acusa de delitos de detención ilegal, lesiones y faltas de lesiones. Los acusados afrontan una pena de hasta 18 años de prisión.

En el escrito de acusación, el abogado Endika Zulueta relata que el 26 de noviembre de 2001 tuvo lugar una concentración convocada por la Red Ciudadana por la Abolición de la Deuda Externa (RECADE), con la autorización de la Delegación del Gobierno en Madrid, dirigida entonces por Francisco Javier Ansuátegui. El recorrido de la marcha discurrió desde la Plaza de Cibeles hasta la Glorieta de Carlos V.

Sobre las 13.00 horas, los manifestantes llegaron a la altura de la confluencia de la Plaza de Neptuno con la Carrera de San Jerónimo, dirigiéndose un grupo a las escalinatas de acceso del Congreso de los Diputados. Entonces, desplegaron varias pancartas a favor de la abolición de la deuda externa de los países del tercer mundo.

El subinspector acusado, que se encontraba en los alrededores, contactó con el inspector N. para dar cuenta de lo que estaba sucediendo, dando órdenes este último a los policías de utilizar la fuerza en caso necesario. Entonces, los agentes procedieron a hacer uso de las defensas reglamentarias que llevaban, golpeando a las personas que se hallaban sentadas, tanto con las porras como con patadas.

Una vez despejada la escalinata del Congreso, los manifestantes acordaron con el inspector presente leer un comunicado. Tras la lectura, uno de los policías golpeó a la persona que leyó el escrito y la detuvo, sin que opusiera resistencia. Al solicitar los presentes su liberación, ordenó que se utilizara de nuevo la fuerza contra ellos, incluyendo el lanzamiento de pelotas de goma. En la algarada, resultaron heridos 45 manifestantes.

La Fiscalía sostiene que, en el curso de la protesta, los manifestantes gritaron e insultaron a los diputados y policías, ante lo que los mandos policiales dieron la orden de dispersión. Los manifestantes se resistieron, y algunos resultaron heridos. También resultaron heridos varios policías.