BILBAO, 24 Ene. (EUROPA PRESS) -
El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, y el consejero de Interior del Gobierno vasco, Rofolfo Ares, han firmado este martes un protocolo de colaboración para crear el centro memorial para las víctimas del terrorismo, en el que se han comprometido a constituir una comisión bilateral que presentará una propuesta en un plazo que no exceda los seis meses.
Durante la firma del documento, que se ha producido en el Palacio de Artaza de la localidad vizcaína de Leioa, Fernández Díaz ha precisado que los Ejecutivos no están "en la equidistancia" o en la "equiparación de víctimas" y que, por lo tanto, este centro, que estará ubicado en Euskadi, acogerá la memoria de los damnificados que contempla la Ley de Reconocimiento y Protección Integral de las Víctimas del Terrorismo del 22 de septiembre de 2011 aprobada en las Cortes Generales.
El protocolo de colaboración afirma que, "en Euskadi y en el resto de España, fruto de la acción del Estado de Derecho, de la acción policial y judicial, de la colaboración internacional, de la resistencia cívica y de la deslegitimación ética, política y social del terrorismo", se está, en estos momentos, "poniendo fin al ciclo terrorista".
No obstante, apunta que, "dejar atrás el pasado, no quiere decir olvido", y aboga por "construir el futuro con memoria, dignidad y justicia". A su juicio, esa memoria "debe convertirse en un fuerte muro que imposibilite la vuelta atrás a la violencia totalitaria que fortalezca la convivencia, recuerde a las víctimas y refuerce valores de tolerancia, convivencia y libertad".
"No olvidar el pasado, el sufrimiento y el terrible daño que el terrorismo ha causado a nuestra sociedad nos permitirá construir una sociedad más libre y tolerante", destaca.
En este contexto, señala que este futuro hay que construirlo "recordando a las víctimas del terrorismo y hacerlo sobre los principios de memoria, dignidad, justicia y verdad" porque "son la garantía para no olvidar nunca a los que fueron asesinados, sufrieron heridas mortales o psicológicas o vieron sacrificada su libertad como consecuencia del fanatismo terrorista".
Asimismo, subraya que "el terrorismo ha pretendido imponer un proyecto totalitario y excluyente, y sus víctimas constituyen una referencia ética para el sistema democrático, simbolizan la defensa de la libertad y el Estado de Derecho frente a la amenaza terrorista.
DERECHO A LA MEMORIA
El documento recuerda la Ley vasca de Reconocimiento y Reparación a las Víctimas del Terrorismo aprobada en 2008, que recoge en su Título II los derechos de las víctimas del terrorismo y, entre ellos, el derecho a la memoria, en concreto en su artículo octavo.
De esta forma, apunta que "el derecho a la memoria abarcará las injusticias padecidas por todos aquellos ciudadanos inocentes que hayan sufrido las acciones terroristas", y establece que "los poderes públicos vascos promoverán el asentamiento de una memoria colectiva que contribuya a la convivencia en paz y libertad, y a la deslegitimación total y radical de la violencia".
Asimismo, subraya que "el derecho a la memoria tendrá como elemento esencial el significado político de las víctimas del terrorismo, que se concreta en la defensa de todo aquello que el terrorismo pretende eliminar para imponer su proyecto totalitario y excluyente: las libertades encarnadas en el Estado democrático de derecho y el derecho de la ciudadanía a una convivencia integradora".
También remarca que "el mantenimiento de la memoria y el significado político de las víctimas del terrorismo constituye, además, una herramienta esencial para la deslegitimación ética, social y política del terrorismo".
El protocolo señala que el Gobierno vasco, "asumiendo la responsabilidad de desarrollar en todas sus posibilidades el contenido del citado precepto legal", manifestó hace unos meses su voluntad de promover la creación de un Centro Memorial para las Víctimas del Terrorismo "como instrumento de indudable potencial y valor para fomentar y asentar en la sociedad vasca esa memoria, así como la deslegitimación de la violencia y la educación en valores éticos y democráticos de tolerancia, paz y libertad".
El texto también alude a la Ley de Reconocimiento y Protección Integral de las Víctimas del Terrorismo aprobada en las Cortes Generales en septiembre de 2011, cuyo artículo 57 precisa que "el Gobierno constituirá un Centro Nacional para la Memoria de las Víctimas del Terrorismo", con sede en Euskadi, que tendrá como objetivo "preservar y difundir los valores democráticos y éticos que encarnan las víctimas del terrorismo, construir la memoria colectiva de las víctimas y concienciar al conjunto de la población para la defensa de la libertad, los derechos humanos y contra el terrorismo".
SIN JUSTIFICAR LA VIOLENCIA
El protocolo destaca "la coincidencia de intereses y voluntades existente" entre Gobierno vasco y central sobre este tema, y ambos "asumen la singular trascendencia que, de cara a asentar y fortalecer en el futuro una convivencia en paz y libertad, tiene el mantenimiento de una memoria compartida que evite justificaciones imposibles de la violencia y el terrorismo y que no diluya responsabilidades". También pretende "nutrir de nervio moral a las generaciones futuras vacunándolas contra el terror y la violencia".
Por ello, Rodolfo Ares y Jorge Fernández han acordado "desarrollar una actuación de colaboración mutua" para elaborar este proyecto que deberá resolver cuestiones referidas a la naturaleza jurídica del Centro, sus funciones, estructura, modelo de organización y gestión, órganos de dirección, espacio físico donde ubicarse, presupuesto y los detalles para una adecuada concreción.
De esta forma, crearán una Comisión bilateral constituida por cuatro miembros, dos de cada institución gubernamental, que está presidida por uno de los miembros designados por el Ministerio del Interior. Esta Comisión iniciará sus trabajos de inmediato y, en un plazo no superior a seis meses, deberá remitir su propuesta a ambos Ejecutivos.
"UNA SOCIEDAD ÉTICAMENTE DECENTE"
El ministro de Interior se ha congratulado de haber podido firmar el protocolo para impulsar el centro memorial y ha especificado que la pretensión es que "sea la piedra angular para una sociedad éticamente decente, que esté sustentada en valores de memoria, de dignidad y de recuerdo a las víctimas".
Fernández Díaz ha querido que "quede claro" que, cuando se habla de víctimas, se refiere a las reconocidas por la Ley porque no están en "la equiparación de víctimas" ni en la "equidistancia". "Estamos convencidos de que la sociedad vasca y la española tienen que construirse sin olvido y sobre la defensa de valores éticos y democráticos de convivencia y de libertad", ha subrayado.
Además, ha apuntado que, en estos momentos, en los que se habla "mucho del relato de la memoria que debe escribirse con arreglo a la verdad histórica", es "muy importante" para la participación de las víctimas en este proyecto.
"Las víctimas son las que dan sentido a este memorial y son las que deben protagonizar el relato de lo que ha sucedido. En la dignificación de la historia y en que ese relato sea conforme con la verdad histórica, van a estar muy presentes las víctimas", ha añadido.