Cree que la boya de seguridad utilizada en la maniobra subacuática no era "adecuada"
A CORUÑA, 18 Jun. (EUROPA PRESS) -
Un compañero del militar fallecido en Guadalajara en 2011 durante la ejecución de unas maniobras subacuáticas ha declarado que durante el ejercicio en el que estaban participando se produjo "un caos" bajo el agua al ver que el cabo de ascenso y la boya de seguridad, que cree que no era "adecuada", se habían hundido.
Así lo ha manifestado ante el Tribunal Militar de A Coruña que ha acogido este miércoles la tercera sesión del juicio contra tres personas, todos integrantes de la unidad militar de emergencias, para los que la Fiscalía pide entre 2 y 3 años de prisión por la muerte de Héctor Luelmo, originario de Zamora, durante la ejecución de unas maniobras subacuáticas en el Pantano de Entrepeñas, en la provincia de Guadalajara.
La acusación particular sostiene que se produjeron "diversas acciones negligentes en la coordinación y ejecución" de unas maniobras de inspección y ejercicios subacuáticos, de cara al entrenamiento de los militares de esta unidad.
Entre los testigos que han pasado este miércoles por la sala del Tribunal Militar de A Coruña, ha declarado este compañero que participaba junto a la víctima en la inmersión, que ha señalado que se alarmaron cuando, estando bajo el agua, vieron que se hundía la boya. Una boya que, a su juicio, no era "adecuada" para la realización de ese ejercicio.
"NERVIOSO"
Ante esta situación, afirma, se formó un "caos" bajo el agua y ha asegurado que el jefe del grupo de buceo, uno de los acusados, estaba "nervioso" y se "separó" del resto de compañeros que estaban sumergidos para lograr que la boya volviese a la superficie.
En su declaración, este testigo ha indicado que cree que no se recalcularon los datos de consumo de aire en la operación de inmersión. Unos cálculos que, para un perito que declaró en la sesión anterior, eran "incorrectos" para este ejercicio al calcularse para una profundidad menor a la de inmersión.
Entre otros testimonios, ha declarado un compañero de la víctima que estaba en la en superficie en el momento de los hechos. Según ha relatado, la maniobra de ayuda se realizó "directamente" después de que el jefe del equipo de buceo saliese a la superficie pidiendo auxilio y gritando: "no pueden salir", ha manifestado este mismo testigo.
