Condenan en Galicia a seis activistas de Ecoloxistas en Acción por un delito de coacciones tras una protesta

Concentración de representantes de Ecologistas en Acción con motivo de la declaración de activistas en los juzgados por una denuncia tras una protesta en la Cámara Minera
Concentración de representantes de Ecologistas en Acción con motivo de la declaración de activistas en los juzgados por una denuncia tras una protesta en la Cámara Minera - ECOLOGISTAS EN ACCIÓN
Publicado: lunes, 18 marzo 2024 14:22

A CORUÑA, 18 Mar. (EUROPA PRESS) -

Seis activistas de Ecoloxistas en Acción han sido condenados al pago de multa por un delito leve de coacciones tras la denuncia formulada por una protesta que protagonizaron, en septiembre del año pasado, en la Cámara Oficial Minera.

Fue para denunciar contaminación procedente de la mina de San Finx, en Touro (A Coruña), y en una acción con acceso a las instalaciones de la Cámara Oficial y que consistió, según su testimonio, en su declaración, en "una entrega simbólica de botellas de agua contaminada".

Ahora, tras la denuncia de una empleada de la Cámara, el Juzgado de Instrucción número 2 de A Coruña ha condenado a los seis activistas como autores de un delito leve de coacciones a la pena, para cada uno de ellos, de 40 días de multa, con una cuota diaria de seis euros, en un fallo al que ha tenido acceso Europa Press y contra el que cabe recurso.

El mismo sostiene que accedieron al interior y que hicieron uso de un móvil para grabar, trasladando su denuncia sobre la situación de la mina de San Finx, sin "detener la grabación" pese a los requerimientos hechos por la trabajadora, añade.

"Siendo conscientes los denunciados de que la intervención que pretendían no le sería permitida, trataron y consiguieron imponerla a la denunciante, actuando de forma conjunta e intimidatoria, frenando su capacidad de oponerse, vulnerando su espacio de trabajo e impidiendo el desempeño de su labor profesional", recoge el mismo.

La organización, que ya ha avanzado que recurrirá el fallo, negó en su momento que se hubiese producido un "asalto" y denunció un intento de utilizar la denuncia como una forma de "intimidar" a los grupos ecologistas y movimientos sociales. Además, reprocharon a la Cámara Minera una actitud "negacionista" en relación a la "contaminación por metales pesados" por parte de la mina.