Condenan a siete años de cárcel a tres jóvenes por retener a una menor y marcarla con una navaja candente en Barcelona

Actualizado: sábado, 29 abril 2006 12:05

BARCELONA, 29 Abr. (EUROPA PRESS) -

La Audiencia de Barcelona ha condenado a siete años y medio de cárcel a tres jóvenes por retener durante tres días y marcar con una navaja candente a una menor en el domicilio de uno de ellos, situado en el barrio de la Zona Franca de Barcelona, porque la víctima se negó a salir con él.

La Sección Segunda ha condenado al principal acusado, Jorge B.R., de 29 años, a 6 años y 9 meses de cárcel por un delito de coacciones y otro de lesiones por deformidad con la agravante de abuso de superioridad. En lo que respecta a los otros dos acusados, Pedro Pablo T.H. y Alan M.R., de 27 y 19 años respectivamente, cada uno de ellos deberá cumplir una pena de cuatro meses y medio de prisión por un delito de coacciones.

Los hechos se remontan al 30 de enero de 2004, cuando la joven, B.B.R., acudió a una discoteca de Barcelona acompañada por unas amigas. Allí coincidió con una compañera de instituto y con los tres acusados, según declara probado la sentencia.

La víctima, que en el momento de los hechos tenía 16 años, conocía a los procesados porque se los había presentado su compañera a la salida del instituto, ya que uno de ellos, Pedro Pablo T.H., era el novio de ésta y solía ir a buscarla acompañado de Jorge B.R., con el que compartía piso.

Según explicó la joven durante el juicio, celebrado el pasado mes de febrero, el principal acusado, Jorge B.R. había intentado quedar con ella en varias ocasiones, a lo que ella se había negado. Por eso, la noche que coincidieron en la discoteca, el procesado ser acercó a la víctima y le propuso que al día siguiente fuese a su casa, tal y como relata la sentencia de la Sección Segunda.

La joven acudió a la cita tras explicarle a su madre que se quedaba a dormir en casa de una amiga porque iban a celebrar una 'fiesta del pijama', evitando así que le pusiera impedimentos. Al domicilio de Jorge también acudieron su hermano, Alan M.R., y la novia de éste. Según la sentencia, los jóvenes estuvieron charlando, escuchando música y bebiendo hasta las 4 de la madrugada.

"TÚ, VER, OÍR Y CALLAR".

Al día siguiente, la joven recibió una llamada de su hermana diciéndole que tenía que regresar a casa y, al decirle al acusado que quería marcharse, éste le contestó que eso lo decidiría él y que no se iría de allí hasta que él lo acordase.

La víctima no disponía de su teléfono móvil, ya que los acusados se lo habían quitado para que no pudiera contactar con su familia. "Tú, ver, oír y callar", le decía Jorge B.R. que, además, exigió a la menor que no le faltase al respeto, llegando incluso a mostrar una navaja a la que se refería como "mi novia".

Todo ello generó "un importante temor en la joven que, por miedo a sufrir represalias, decidió permanecer en la vivienda", sobre todo después de que el acusado le dijese "que tenía la puerta abierta para marcharse, pero que tenía veintiocho ojos vigilándola y que no tendrían compasión de ella", según relata la sentencia.

Los acusados retuvieron a la víctima durante dos días más, permitiéndole que hablara con su madre en una ocasión. Jorge B.R., no obstante, obligó a la menor a decir que estaba bien y que no quería volver a casa.

MARCADA COMO UNA RES.

La noche en que decidieron liberarla, cuando los tres acusados y la compañera de la menor y novia de uno ellos estaban en casa, Jorge B.R. calentó al fuego el filo de su navaja, bajó los pantalones a la víctima y le marcó las iniciales A y N en la nalga y en la parte superior del muslo derecho, mientras le decía "vamos a acabar con esto".

Pedro Pablo T.H. y Alan M.R. esperaron fuera de la habitación y la menor sufrió quemaduras de segundo y tercer grado de las que tardó dos meses en curar, quedándole como secuelas unas cicatrices de 13 centímetros y un síndrome de estrés postraumático moderado. "Me sentí como si no fuera persona, como si fuera una vaca", señaló la joven durante el juicio.

Tras agredirla y retenerla durante tres días, los acusados dejaron que la víctima se marchara. Alan M.R. y Pedro Pablo T.H. la acompañaron a plaza España, donde pudo coger un taxi hasta casa de una amiga de la familia.

La acusación particular, ejercida por la víctima, solicitó hasta 58 años de prisión para los tres procesados, frente a los 22 reclamados por la Fiscalía, por los delitos de agresión sexual --ya que la joven mantuvo que Jorge B.R. la forzó a mantener relaciones sexuales--, de detención ilegal, de lesiones, de amenazas y contra la integridad moral.

"ESPECIAL PERVERSIDAD" DE LOS ACUSADOS.

La Sección Segunda, por su parte, considera que Jorge B.R. sólo es culpable de un delito de coacciones y de otro de lesiones por deformidad con la agravante de abuso de superioridad y le ha impuesto una pena de 6 años y 9 meses de cárcel. Pedro Pablo T.H.. y Alan M.R. son cómplices del delito de coacciones, y cada uno de ellos deberá permanecer en prisión durante cuatro meses y medio.

A pesar de la naturaleza de las lesiones causadas a la menor y de la manera en que le fueron causadas, que revela una "especial perversidad" de los procesados, "unido todo ello a la corta edad de la víctima", el Tribunal ha decidido absolverles del resto de delitos de los que se les acusaba.

Para tomar dicha decisión, la Sección Segunda se ha basado en la declaración de la menor, que "introduce puntos oscuros, cuando no contradicciones e, incluso, alguna variación relevante que genera una duda suficiente en el Tribunal" respecto a la comisión de alguno de los delitos que se les imputaban. Jorge B.R., no obstante, deberá indemnizar a B.B.R. con 13.853,96 euros por las lesiones y las secuelas que causó a la menor.