Decepción, tristeza y lágrimas en Ciudadanos tras el descalabro electoral

Globos naranjas y blancos en la sede Ciudadanos durante la noche de las elecciones generales del 10 de noviembre.
Globos naranjas y blancos en la sede Ciudadanos durante la noche de las elecciones generales del 10 de noviembre. - FERNANDO SÁNCHEZ - EUROPA PRESS

Actualizado: lunes, 11 noviembre 2019 1:06

MADRID, 11 (EUROPA PRESS)

El hundimiento de Ciudadanos en las elecciones generales de este domingo, donde ha perdido unos 2,5 millones de votos y ha pasado de 57 escaños en el Congreso a solo 10, ha provocado decepción, tristeza e incluso lágrimas en la sede del partido, visibles tanto en los militantes como en dirigentes y candidatos.

Las caras de los escasos militantes que se habían congregado en la sede de la calle Alcalá, en Madrid, reflejaban lo que luego se ha visto en los rostros compungidos de Inés Arrimadas o Begoña Villacís, que, entre otros miembros de la Ejecutiva, han salido a arropar a Albert Rivera cuando ha comparecido ante los periodistas, pasadas las 23.00 horas, para asumir el mal resultado electoral.

El líder del partido y candidato a la Presidencia del Gobierno, no obstante, ha mantenido el tipo al anunciar su decisión de convocar este lunes a la Ejecutiva nacional y proponer la celebración de un Congreso extraordinario para que los militantes decidan el futuro del partido, abriendo así la puerta a una posible dimisión.

Además de Arrimadas y Villacís, junto a Rivera han salido cargos municipales y autonómicos como Ignacio Aguado, Begoña Villacís, Marta Rivera y Lorena Roldán y el secretario de Finanzas de Cs, Carlos Cuadrado. Y también los dirigentes y candidatos al Congreso José Manuel Villegas, Fran Hervías, José María Espejo-Saavedra, Miguel Gutiérrez, Inés Arrimadas, Fernando de Páramo y Marcos de Quinto, de los que solo estos tres últimos han logrado mantener su escaño.

CONTRASTE CON EL ÉXITO DEL 28 DE ABRIL

La imagen del interior de la sede de Ciudadanos contrastaba con la de la noche electoral del 28 de abril, cuando estaba abarrotada de militantes que siguieron con emoción el recuento de votos y celebraron el inesperado resultado.

En cambio, en esta ocasión los afiliados eran muchos menos y permanecieron en una zona apartada de los periodistas hasta poco antes de que apareciera Rivera, cuando se colocaron frente al escenario dándose ánimos entre ellos.

Tras escuchar al presidente del partido, le aplaudieron y corearon varias veces el lema de campaña de las anteriores elecciones generales, "¡Vamos, Ciudadanos!", pero aparentemente esto tampoco sirvió para levantar los ánimos.

De hecho, los globos naranjas y blancos que estaban dispuestos sobre una red, listos para ser soltados por la sede como se hizo en abril, se quedaron en su sitio al no haber motivo de celebración. También desentonaba con el ambiente de derrota una pancarta hecha a mano y colgada de una barandilla en la que se podía leer "Rivera presidente" junto a una bandera de España.

LA INCÓGNITA DEL FUTURO DE RIVERA

Otra diferencia respecto a la noche del 28 de abril es que esta vez ningún miembro de la Ejecutiva se ha acercado a comentar con los periodistas el resultado electoral y las posibles consecuencias.

En declaraciones a laSexta, el secretario de Comunicación, Fernando de Páramo, ha abogado por "reflexionar" y ha destacado que Rivera ha dado la cara, ha sido muy crítico y ha dicho que no será un obstáculo, pero ha evitado hablar de su futuro como líder del partido.

Habrá que esperar a la reunión de la Ejecutiva y, posiblemente, a la Asamblea General anunciada por el líder de la formación naranja para saber qué rumbo tomará el partido, convertido en sexta fuerza en el Congreso tras quedar por detrás de Unidas Podemos, de Vox y de ERC.

Lo que dijo Villegas antes de conocer la magnitud del batacazo en las urnas fue que todos los escaños que obtuviera Ciudadanos, fueran los que fuera, estarían disponibles para "poner España en marcha y solucionar los principales problemas de este país", entre ellos, "el bloqueo político".

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