Dignidad y Justicia pide nueve y diez años de cárcel para los policías del 'Faisán' por colaborar con ETA

Sede de la Audiencia Nacional en San Fernando de Henares
EUROPA PRESS
Actualizado: miércoles, 1 mayo 2013 16:06

El colectivo presenta la petición más alta de las acusaciones, al reclamar hasta un año y medio más de prisión que la AVT


MADRID, 1 May. (EUROPA PRESS) -

La asociación Dignidad y Justicia (DyJ) solicita penas de nueve y diez años de cárcel, respectivamente, para el inspector José María Ballesteros y el exjefe superior de Policía en el País Vasco Enrique Pamies por colaborar con ETA en el chivatazo al aparato de extorsión de la organización que se produjo el 4 de mayo de 2006 en el bar 'Faisán' de Irún (Guipúzcoa).

En un escrito, al que ha tenido acceso Europa Press, el colectivo de víctimas del terrorismo reclama a la Sección Tercera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, que juzgará estos hechos, que condene a los dos mandos policiales por un delito de colaboración con organización terrorista y otro de relevalción de secretos con grave daño para la causa pública.

Se trata de la petición más alta presentada por las tres acusaciones que participarán en el juicio. La Fiscalía pide dos años de cárcel para Pamies y uno y medio para Ballesteros por revelación de secretos, aunque por orden del fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, incluyó como alternativa una petición de cinco años de cárcel por colaboración con organización terrorista. La Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), por su parte, reclama penas de ocho años y medio y ocho años, respectivamente, por estos mismos delitos.

106 TESTIGOS

Dignidad y Justicia, que solicita la comparecencia de 106 testigos durante la vista oral, sostiene un relato de hechos muy similar al de la Fiscalía para defender que Pamies tuvo conocimiento de la operación desarrollada contra el aparato de extorsión de ETA durante la tarde anterior al dispositivo y trató de impedirlo alertando al dueño del 'Faisán', Joseba Elosua, a través de un teléfono que le entregó Ballesteros.

Para llevar a cabo el soplo, que se produjo en pleno proceso de negociación entre el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y ETA, Pamies, según el fiscal, Ballesteros se desplazó al 'Faisán', al que entró por la puerta trasera, sabedor de que desde hacía un año se había eliminado la vigilancia personal y electrónica. A las 11.17 horas la cámara de videovigilancia del equipo que dirigía la operación policial contra el aparato de extorsión de ETA registró a Ballesteros, tal y como reconoció él mismo durante la instrucción.

"CONCIENCIA DE LA SITUACIÓN POLÍTICA"

La llamada del chivatazo se habría producido, según las acusaciones, a las 11.23.31 y duró 8 minutos y 11 segundos. En ella, Pamies habría advertido a Elosua de que "tuviera conciencia de la situación política".

También le dijo, según el relato del fiscal asumido por Dignidad y Justicia, que "le venían controlando desde hacía tiempo, que iban a detener a Cau Aldanur al cruzar la frontera, que sabía lo de las botellas de vino, que sabía que había tenido una comida con Sagarzazu y Gorka Aguirre y que no dijera a nadie que le había llamado". "Finalmente, le advirtió de que no hablase por los teléfonos ni en el coche", añade el escrito.

Una vez recibido el aviso, Elosúa se dirigió a una lonja de su propiedad para destruir las cartas de extorsión y esconder el dinero y los sellos de ETA, según la conclusión del equipo investigador dirigido por el comisario Carlos Germán. Después, intentó llamar a Cau Aldanur desde las cabinas situadas frente al establecimiento y, al no localizarle, cruzó la frontera junto a su yerno, Carmelo Luquín.

En el curso del viaje en coche, al que se había instalado una baliza policial, Elosua comentó con su yerno el aviso que había recibido. "O son maricones o son maderos", señaló tras revelarle que el agente que le visitó habló de la persona que le había dado el soplo como "mi compañero".