MADRID, 1 Oct. (EUROPA PRESS) -
Dos acusados de financiar el terrorismo yihadista han alegado este martes ante el tribunal de la Audiencia Nacional que les juzga que enviaron dinero a su hermano, que se había marchado a Siria para enrolarse en el DAESH, porque "era para comer" y no sospechaban que estuvieran haciendo algo "ilegal".
Así lo han dicho los hermanos Abdelhak y Mohamed Jelaly ante las preguntas de la fiscal Ángela Gómez, tratando de desvincularse de cualquier financiación del grupo terrorista y mostrando normalidad en sus gestiones.
En este sentido, han afirmado que su hermano Bachir les pedía su dinero porque se había marchado con su familia al territorio en conflicto, donde tenía "una casa nueva y no tenía liquidación para comer".
Asimismo, los hermanos han explicado que lo único que sabían de Bachir era que a finales de 2014 decidió abandonar Cataluña, comunidad autónoma en la que residían, porque sus hijos y su mujer se encontraban en Marruecos y que desde allí buscaría un trabajo en Suiza o realizaría "viajes a España".
Ambos han recordado que en febrero de 2015 les llegó un whatsapp de su hermano, en el que les contaba que estaba en Turquía con su familia de vacaciones y que "tres días después" les comunicó que iba a cruzar la frontera de Siria. Debido a que tanto Abdelhak como Mohamed le insistieron en que no lo hiciera, Bachir les bloqueó en la aplicación de mensajería instantánea, han apuntado.
"El whatsapp que nos bloqueó justifica que no sabíamos nada", ha dicho Abdelhak, negando que las tres transferencias de dinero que hicieron tuvieran como destino el DAESH. Según han contado al tribunal, "un mes y pico" después, Bachir volvió a ponerse en contacto con ellos para pedirles que les enviara sus ahorros a nombre de un intermediario que se encontraba en Turquía, próximo a la frontera con Siria, y "que cobraba por ello".
Aún así, ninguno de los acusados han contestado a las preguntas realizadas por la Fiscalía relacionadas con estos mensajes por recomendación de su abogado, quien ha impugnado la validez la transcripción y traducción de los mismos plasmados en los informes policiales.
PODER NOTARIAL
Abdelhak ha reconocido que su hermano le dejó un poder notarial antes de trasladarse a Marruecos y que por ello solicitó una tarjeta de crédito en el banco donde tenía Bachir domiciliada la cuenta para poder extraer el dinero todos los meses. "Me pidió dinero del banco y como tenía el poder lo saqué (*) Estaba haciendo todo legal porque si no era legal no me iba a dejar el poder y todo eso", ha defendido.
"Consta todo en Whatsapp que le pregunté que para qué lo quería y me dijo que para comer", ha insistido, al igual que Omar, que ha asegurado que mandaron dinero porque "pasaban hambre, era un país en guerra. Si le hace falta... cualquier hermano haría lo mismo".
No obstante, uno de los investigadores del caso, además de apuntar que se sospechaba de la radicalización de Abdelhak y de su posible marcha a Siria, ha declarado que en "ningún momento" hay indicios en las conversaciones intervenidas sobre que el dinero tuviera como objeto la alimentación o paliar las "penurias".
En la misma línea se han manifestado dos peritos que han recalcado que los combatientes "tienen que pagarse el desplazamiento" a Siria, pero que una vez allí cobraban un sueldo de la organización terrorista, así como "suplementos por formación o tener mujer allí". Incluso la escolarización de los hijos corre al cargo del Daesh, han añadido.
Ni Abdelhak ni Mohamed han sabido decir si los ahorros de Bachir procedían de la venta de sus propiedades o del finiquito de su trabajo, ya que no les detalló nada al respecto antes de marcharse a Marruecos.
PROBLEMAS CON HACIENDA Y DNI CADUCADO
El tercer acusado es Omar Jelaly, hermano de padre de los otros dos encausados y de Bachir --que falleció en Siria en 2017--, y que según la Fiscalía era el encargado de hacer llegar el dinero, ha explicado que hizo los dos envíos porque se lo pidieron Mohamed y Abdelhak, ya que el primero "tenía problemas con Hacienda" y el segundo "tenía el DNI caducado".
Omar --que se ha definido como musulmán "no practicante", algo que ha sido ratificado por su novia y su suegra, que han testificado en el juicio-- ha indicado que se enteró tarde de la marcha de su hermano a Siria porque no tenía buena relación con él. Sobre el motivo por el que hacía las transferencias a nombre de un tercero, ha señalado que no le dio "importancia en ese momento", ya que le dijeron que era la manera de hacerlo, pues Bachir no tenía carnet de identidad en Siria y "no le podía llegar el dinero".
Por otro lado, los tres acusados han restado importancia al hecho de que los envíos se hicieran cada vez con empresas distintas. Han afirmado que sería porque estarían cerradas o porque se encontrarían en ciudades distintas a la hora de hacerlos.
Se realizaron al menos tres transferencias, pero cuando en agosto de 2015, Omar intentó enviar 1.000 euros desde un establecimiento de Girona a un tal Mohamed Alwakie en Turquía, saltaron las alarmas. La remesadora paró la transferencia y avisó al SEPBLAC porque ese individuo está fichado por Europol como sospechoso de la red de financiación de terrorismo yihadista y le persiguen tanto la justicia francesa como la estadounidense.
En la vista oral también se han analizado una serie de vídeos que recibió Abdelhak, en el que aparece un niño francés converso y se animaba a jóvenes musulmanes a realizar la yihad. El acusado ha defendido que fue la respuesta que le dio su sobrino cuando le pidió que volviera a España, una vez que Bachir había fallecido y que los "borró todos".