MADRID, 5 Oct. (EUROPA PRESS) -
Felipe Eduardo Lacasa Córdoba, secretario general de la Dirección Adjunta Operativa (DAO) de la Policía en la etapa en la que estuvo liderada por Eugenio Pino, defendió ante el juez que instruye el 'caso Kitchen' que la Secretaría de Estado de Seguridad del Ministerio del Interior conocía las operaciones que se realizaban con fondos reservados, puesto que el que fuera director del Gabinete de Coordinación de Estudios, Diego Pérez de los Cobos, le llegó a preguntar por alguna en concreto.
En su segunda comparecencia como testigo en la Audiencia Nacional en septiembre de 2019, Lacasa Córdoba se refiere al papel de supervisor en los fondos reservados de este Gabinete de Coordinación, puesto clave dentro de la Secretaría de Estado de Seguridad, y lo mismo hizo su antecesor, José Manuel Benavides Rollo.
Los dos altos cargos de la DAO fueron preguntados por la operativa mediante la que se recibían los fondos reservados de la Secretaría de Estado de Seguridad --dirigida por el imputado en la causa Francisco Martínez--, y ambos explicaron que sólo llevaban una carpeta que contenía un resumen del gasto del mes de cada unidad, en general, en el que no se especificaba nada sobre el destino final del gasto, ni tampoco justificación del uso de los fondos.
Lacasa Córdoba, sin embargo, matizó que, desde su punto de vista, la Secretaría de Estado recibía más información de la DAO sobre los operativos que realizaban --"a veces una treintena de ellos"-- porque el coronel Diego Pérez de los Cobos le habló "de alguna operación de la Comisaría General de Información". "Entiendo que era conocedor de las operaciones y del resto de contenido, por lo que entiendo que se le mandaba", explicó.
Diego Pérez de los Cobos es un coronel de la Guardia Civil que cobró notoriedad pública por su papel de 'mando único' del dispositivo para impedir el referéndum independentista del 1-O. Este mismo año fue cesado como responsable de la Comandancia de Madrid en medio de una polémica por un informe judicial sobre el impacto de la manifestación del 8M en el contagio de coronavirus.
Durante esta nueva comparecencia, Lacasa trató de dejar claro que él en ningún momento se interesaba por las operaciones sufragadas con esos fondos reservados, y que jamás oyó hablar de ninguna que llevara por nombre 'Kitchen', 'Cocinero' o 'Kit'.
Sí ha ahondado en que él como cajero-pagador dio dinero de esos fondos tanto al que fuera jefe de la Unidad Central de Apoyo Operativo (UCAO), Enrique García Castaño, como al comisario jubilado y en prisión preventiva José Manuel Villarejo y al comisario Andrés Gómez Gordo, todos investigados en la causa que se sigue por la operación parapolicial que se montó para sustraer documentos al extesorero del PP Luis Bárcenas, que eran sensibles para el partido.
EL HECHO EXTRAÑO DE LA UCAO
Además, ha indicado que en ese trajín de apuntes contables que realizaba en el "libro vetusto y anciano" en el que llevaban las cuentas de la DAO, se daba una particularidad, y es que García Castaño, a pesar de depender por ser de la UCAO de la Comisaría General de Información, recibía dinero de forma paralela a esa unidad. Y ha indicado que esto se hacía así por orden del director de la DAO Eugenio Pino.
"La UCAO extrañamente salía fuera de la Comisaría General de Información y participaba de manera ajena en algunas operaciones. Uno tiene su criterio policial y me extrañaba que la UCAO trabajara por libre, pero conociendo al responsable podía entender que era una asignación especial del DAO", explicaba.
En este sentido, afirmó que García Castaño pedía directamente los fondos y llevaba operaciones que supervisaba personalmente el DAO. Además, aseguró que esos 'recibís' que firmaban tanto García Castaño como Villarejo, ambos con el visto bueno de Pino, quedaron custodiados en los archivos de la secretaría general, donde, en principio, permanecen.
