La vicepresidenta recuerda que los "tiempos judiciales no son los políticos" y Ridao avisa de una "quiebra del Estado autonómico"
MADRID, 14 Abr. (EUROPA PRESS) -
La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, rechazó hoy hacer "cábalas" sobre la sentencia que pueda dictar el Tribunal Constitucional sobre el Estatut, un fallo que hay que esperar con "serenidad" y que, según pronosticó, será "razonado, razonable y ajustado a los principios constitucionales". De la Vega lanzó este mensaje al secretario general de ERC, Joan Ridao, quien advirtió de que una sentencia adversa contribuirá a poner en la agenda el "derecho a decidir" de Cataluña.
El debate entre ambos tuvo lugar en el Pleno del Congreso, un foro en el que la vicepresidenta primera del Gobierno no intervenía desde el pasado 17 de febrero. En estas últimas semanas el Grupo Popular sigue otra táctica y prefiere que su portavoz, Soraya Sáenz de Santamaría, en contra lo que venía haciendo desde el inicio de la legislatura, pregunte a la vicepresidenta económica, Elena Salgado.
La 'número dos' del Ejecutivo abrió la sesión de control a la que no acudió el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que se encuentra de viaje en Estados Unidos, contestando a Ridao, quien quiso sabe si mantiene su afirmación de que cualquier sentencia del Constitucional que modifique el Estatut habrá que enmarcarla en "la más absoluta normalidad democrática".
Justo el día en que el pleno del Alto Tribunal retoma las deliberaciones sobre el recurso de inconstitucionalidad que el PP planteó contra el texto catalán, De la Vega mostró su convencimiento de que "dictará una sentencia razonable, razonada, ajustada y conforme a principios constitucionales".
NORMALIDAD DEMOCRÁTICA
La vicepresidenta recalcó que el "Estatut es una buena ley" que se está aplicando con plena vigencia y que cuenta con "plena legitimidad" porque tiene el aval del Parlamento catalán, el nacional y el pueblo de Cataluña. "Eso, --enfatizó-- forma parte la normalidad democrática".
También se enmarcan en esa normalidad, según De la Vega, las deliberaciones del Tribunal Constitucional, para el que reclamó respeto. "Tenemos que respetar las decisiones, el tiempo, los procedimientos, las deliberaciones y la independencia del tribunal", dijo.
Aunque admitió que a "todos" les gustaría que los magistrados tardasen menos en decidir sobre los recursos, recordó al secretario general de ERC que "los tiempos judiciales no son exactamente iguales a los políticos y a los electorales".
Por todo ello, recomendó "serenidad" mientras el tribunal decide, rechazó por "aventurado", "poco serio y poco riguroso" hacer "cábalas" sobre un fallo que aún no se ha dictado y pidió a "todos" un "poquito de responsabilidad".
Eso sí, aprovechó la oportunidad para remarcar ante Ridao que en las últimas décadas Cataluña ha vivido un proceso muy importante de avance de su autogobierno y que lo ha hecho en "prosperidad, en sana convivencia y mediante la cooperación institucional con el resto de comunidades y poderes del Estado". En resumen, subrayó que la relación de Cataluña con el resto de España ha sido "excelente, sólida, leal y sin problemas de crispación".
AL FINAL "VENDRÁ EL LOBO"
Con este mensaje, la también ministra de la Presidencia rebatía los argumentos esgrimidos por el portavoz de ERC, quien dio por hecho que el Constitucional recortará el Estatut y avisó de que esta situación provocará "desánimo" en su comunidad, pero también será una oportunidad para que los catalanes "tomen conciencia" y vuelvan a situar en la agenda el "derecho a decidir".
"Parece que va a venir el lobo en forma de sentencia, que va a dar un nuevo bocado al Estatut, no sabemos si para dejarlo en los huesos", auguró Ridao, quien reiteró sus descalificativos al Tribunal Constitucional y a criticar su "esperpéntico retraso".
"El texto lleva cuatro años en el banquillo de los acusados y eso además de incertidumbre genera la sensación de que el autogobierno anda deambulando en la cuerda floja tensada por un tribunal que está groseramente caducado", apuntó.
Además, avisó de que Zapatero se equivoca cuando afirma que la sentencia no tendrá efectos políticos relevantes. "Que Santa Lucía les conserve la vista, porque quizá se produzca el problema político institucional más grave de los 30 años de democracia", aseguró, antes de remarcar que al conjunto del catalanismo sólo le vale una sentencia que "no toque una sola coma y ratifique el texto".
NO CABE UN "ENCAJE A MARTILLAZOS"
En este contexto, pidió al Gobierno que sea consciente de que "por primera vez" un tribunal de "dudosa legitimidad" puede contradecir la "voluntad" del Parlamento y del pueblo catalán. Desde su punto de vista, el fallo se traducirá en una "auténtica quiebra del Estado de las Autonomías".
"Quedará demostrado que no cabe en la Constitución ni tan siquiera el texto recortado. Aquí ver no va a haber atajos ni apaños, más cuando el Gobierno no va impulsar una reforma de la Constitución, sino que se va a asentar de forma irremisible un proceso de distanciamiento progresivo", dijo, recordando que el propio presidente de la Generalitat, José Montilla, ha señalado que tras la sentencia "nada va a volver a ser igual" y que "el encaje no puede hacerse a martillazos".
