MURCIA, 8 Feb. (EUROPA PRESS) -
El consejero de Agricultura y Agua del Gobierno murciano, Antonio Cerdá, aseguró hoy que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, "será el primer y último culpable de lo que ocurra con el trasvase Tajo-Segura", en relación con el texto para la reforma del Estatuto de Autonomía de Castilla-La Mancha, cuyo plazo de presentación de enmiendas termina, previsiblemente, esta semana.
En este sentido, Cerdá aseguró que Rodríguez Zapatero ha sembrado de "inestabilidad e inseguridad" el futuro del acueducto, "tras derogar el trasvase del Ebro y no haber tomado las riendas de la política del agua en España cuando se abrió el melón de los estatutos de autonomía", según informaron fuentes del Gobierno regional en un comunicado.
Asimismo, destacó que "la negociación sobre el Estatuto de castellano-manchego está bloqueada en estos momentos gracias a la presión de los presidentes de Murcia, Ramón Luis Valcárcel, y Valencia, Francisco Camps, contra las medidas propuestas por el PSOE para que el texto contemplase la caducidad de esta infraestructura en 2015 y la reserva estratégica de 600 hectómetros cúbicos".
De esta forma, afirmó que "lo más prudente que puede ocurrir es que la norma estatutaria regrese a las Cortes castellano-manchegas, para que el texto sea revisado, de manera que Castilla-La Mancha desarrolle su autogobierno sin mermar competencias del Estado".
"Esta decisión sería lo más sensato si realmente hubiese voluntad por parte del Ejecutivo socialista de resolver el problema del agua", apostilló el consejero de Agricultura y Agua, porque "al agua no se le puede poner fronteras", justificó.
El consejero murciano subrayó que el Gobierno central "tiene la oportunidad de poner orden al caos que durante esta última legislatura socialista se ha generado en torno al agua".
Así, recordó que, durante los ocho años del gobierno del ex presidente, José María Aznar, "no se cuestionó el trasvase del Tajo al Segura y fue una etapa en la que, además, se tomaron decisiones valientes como el planteamiento del nuevo trasvase desde el Ebro a las cuencas del Mediterráneo, para el que se asumió su coste político".
Al respecto, alegó que "no tiene sentido que se orienten las responsabilidades sobre qué tiene que ocurrir en Castilla-La Mancha con respecto a este trasvase, a quienes no gobiernan en España", puesto que se trata de una cuestión sobre la que "solamente el Gobierno de Zapatero tiene potestad para decidir, al ser éste el que tiene las competencias sobre el agua".
Cerdá subrayó también que el Ejecutivo murciano continuará defendiendo el trasvase Tajo-Segura "como lo ha hecho siempre", ya que la postura de la Región de Murcia es que "este trasvase es intocable y que no se puede dar el consentimiento a cualquier contenido estatutario que pueda perjudicar el interés de los murcianos".
Por ello, remarcó que "la pasada semana se demostró la importancia del sector, con la concentración convocada por los regantes y los miles de contratos firmados por los agricultores en la feria internacional de frutas y hortalizas de Berlín (Alemania)".
En esta línea, aseveró que está "en juego el futuro de miles de empleos y una de las agriculturas más modernas y competitivas de Europa, por lo que Rodríguez Zapatero tendría que adoptar alguna decisión acorde a su responsabilidad".
Por último, pidió a los socialistas murcianos que "dejen de enredar sobre una cuestión tan importante para los murcianos como es el agua", y consideró que el secretario general del PSRM-PSOE, Pedro Saura, "debería preocuparse en defender los intereses de los murcianos y convencer a la ejecutiva regional socialista, a Zapatero, a la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega y al vicesecretario general del PSOE, José Blanco, de la importancia y necesidad de mantener y consolidar el trasvase Tajo-Segura".
