Se debaten entre la satisfacción de que sea alguien "de la casa" y la preocupación por la politización, Villarejo y la "estética"
MADRID, 13 Ene. (EUROPA PRESS) -
"Estupor", "shock", "incredulidad", son algunas de las palabras que se repetían más esta mañana en los pasillos de la Fiscalía de la Audiencia Nacional y de la Fiscalía Anticorrupción tras conocer la propuesta de Pedro Sánchez de nombrar a la ya exministra de Justicia Dolores Delgado fiscal General del Estado pese a lo "poco estético" de la 'puerta giratoria' y a su reputación desgastada con el caso Villarejo.
La percepción es distinta en ambas casas, no obstante, según las diversas fuentes consultadas por Europa Press. En la Audiencia Nacional hay en parte alegría, porque Delgado ha desarrollado toda su carrera en esta instancia y consideran que aunque "sólo sea por eso", tenderá a defenderla de posibles ataques, entenderá la carga de trabajo y quizá atenderá con más premura necesidades como la renovación de plazas.
Ponen también estos fiscales en valor la buena relación que Delgado tiene con el fiscal Jefe de la Audiencia Nacional, Jesús Alonso, con quien en su nuevo puesto despachará dos veces por semana. Destacan asimismo que el hecho de que sea fiscal de carrera y no magistrada facilita en general el diálogo.
No obstante, también hay escépticos que ponen en duda que vaya a mirar especialmente por los fiscales de la Audiencia Nacional, pues desconocen las alianzas y enemistades que ha podido fraguar durante su paso por el Ministerio de Justicia y los compromisos que tendrá que asumir teniendo a Podemos como socio de Gobierno y a ERC dando cobertura.
En todo caso, coinciden en que es un nombramiento político y un gesto, no ya por la causa del 'procés', sino por las que puedan venir al hilo del independentismo. Las fuentes consultadas coinciden en que una vez sentenciado que se trató de sedición, el Tribunal Supremo no volverá a enjuiciar conductas similares porque la competencia con este delito sería de los jueces catalanes o en casos más graves, de la Audiencia Nacional.
Concluyen que con este escenario, Delgado podría seguir siendo vista como una concesión en esa acordada "desjudicialización del conflicto" con ERC sin tener que mancharse las manos ni enfrentarse con los fiscales de Sala del Supremo, cosa que ya hizo cuando de ministra, la Abogacía del Estado cambió de criterio y acusó por sedición, que no por rebelión, a los líderes del 'procés'.
LA SOMBRA DEL CASO VILLAREJO
Coinciden además las fuentes consultadas en la Audiencia Nacional en que cuando menos, el nombramiento es estéticamente cuestionable, porque la Fiscalía si bien no es independiente, si debe ser imparcial y habiendo estado sentada en el Consejo de Ministros, la suya se puede poner en duda. Además, destacan que el Fiscal General del Estado formalmente lo es a petición del Ministro de Justicia, quien no había tomado posesión cuando se difundió la propuesta.
En Anticorrupción las fuentes consultadas son más críticas. Comentan también la falta de estética, la politización de este organismo tan importante por la jerarquía que rige en el Ministerio Público y añaden una variable que les atañe: Delgado se vio salpicada por su relación con el comisario jubilado y en prisión provisional José Manuel Villarejo, protagonista de una de las causas más complejas que investiga la fiscalía que dirige Alejandro Luzón.
El 'temor' a injerencias en este asunto, se suma a la "incredulidad" por el hecho de que Sánchez haya elegido el perfil de Delgado y se declaran a la expectativa, como en la Audiencia Nacional, porque, dicen, con ella "nunca se sabe" lo que va a pasar.
