Bildu cede a Lokarri un espacio en La Casa de la Paz de Aiete para facilitar el trabajo del grupo de Currin

Centro Cultural de Aiete.
AYUNTAMIENTO
Actualizado: lunes, 6 agosto 2012 20:03

El Ayuntamiento de San Sebastián busca "avanzar en el proceso de paz y la normalización política"


SAN SEBASTIÁN, 6 Ago. (EUROPA PRESS) -

La Casa de la Paz y los Derechos Humanos de Aiete, en San Sebastián, acogerá a partir de septiembre a tres nuevos organismos, como son Lokarri, el Observatorio Internacional del Derecho Humano a la Paz y Euskal Fondoa. En el caso de la red ciudadana por el acuerdo y la consulta, ocupará un despacho para "facilitar el trabajo" del Grupo Internacional de Contacto (GIC) que lidera Brian Currin.

En un comunicado, el Ayuntamiento donostiarra ha precisado que estas incorporaciones permitirán "dotar de mayor contenido" al proyecto que tiene como objeto "la promoción, educación y sensibilización de los valores de la paz y el respeto a los derechos humanos".

Lokarri ocupará un despacho permanente de 19,97 metros cuadrados en la primera planta del edificio para "facilitar el trabajo" del GIC. El Observatorio Internacional del Derecho Humano a la Paz ocupará otro despacho de 31,64 metros cuadrados en la misma planta. Por último, la Asociación Euskal Fondoa ocupará otro espacio en la segunda planta de 41,97 metros cuadrados. Esta entidad tenía su sede provisional desde 1996 en el Palacio Goikoa.

El Consistorio ha explicado que los convenios de colaboración con estas entidades se han realizado "para el desarrollo de las iniciativas en el marco de la defensa de los derechos humanos y la cultura de paz".

Al margen de estos nuevas entidades, seguirá contando con espacio permanente propio la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) a través del Instituto Gobernanza Democrática. Esta entidad contará a partir de ahora con un espacio más amplio, ya que podrá disponer de un total de 50,79 metros cuadrados repartidos en dos despachos.

Por otra parte, y con la pretensión de "crear una mayor sinergia y optimizar los recursos" se ha decidido trasladar el departamento municipal de Cooperación, así como a varios trabajadores y direcciones, a la Casa de la Paz, donde ya estaba ubicado el departamento de Derechos Humanos.

Esta nueva distribución de los espacios cuenta con el "visto bueno" de la Comisión Especial de Derechos Humanos, que así lo aceptó en la reunión celebrada el pasado viernes y que fue convocada por el alcalde, Juan Karlos Izagirre.

COORDINACION Y ENCUENTRO

"Con esta nueva distribución se pretende mejorar la coordinación entre los diferentes departamentos y organizaciones, ya que este equipamiento es, ante todo, un punto de encuentro en el cual todas las personas y entidades comprometidas activamente en la defensa de la paz y los derechos humanos puedan reflexionar, trabajar y relacionarse", ha detallado el Gobierno municipal de Bildu.

En ese sentido, ha asegurado que las cuatro líneas de trabajo son "el avance en el proceso de paz y la normalización política desde un punto de vista local y nacional, pero también desde una perspectiva internacional, el acercamiento a otras realidades y experiencias, la profundización en la defensa de los derechos humanos, y la recuperación de la memoria histórica".

El Ejecutivo de Juan Karlos Izagirre desea "dar una mayor utilidad" al equipamiento y por ello se va a fomentar el uso de las instalaciones por parte de las instituciones públicas y privadas, como de los movimientos sociales y la ciudadanía. La Casa de la Paz y los Derechos Humanos cede sus instalaciones de la Planta Noble a todas las entidades que quieran realizar reuniones o actividades.

La Casa de la Paz y los Derechos Humanos se inauguró en julio de 2010 y a lo largo de estos dos años ha contado con la visita de 41.238 personas. Durante este mes de agosto la casa se podrá visitar en horario de 16.00 a 20.00 horas de martes a sábado. A partir del 1 de septiembre la casa permanecerá cerrada para el público en general salvo en las ocasiones que se realicen actividades.

Según el comunicado "este espacio se ha convertido en un referente y, además de ser un símbolo, es una herramienta indispensable para avanzar en la normalización política que vive actualmente Euskal Herria".