ETA dijo que el desarme quedaba "fuera del mandato a los verificadores"

   MADRID, 18 Feb. (EUROPA PRESS) -

   La banda terrorista ETA emitió hace algo menos de un año un comunicado en el que advertía de que la cuestión del desarme quedaba "fuera del mandato que se dio a la Comisión Internacional de Verificación" y criticaba que se usase la figura de estos agentes internacionales para ocultar la responsabilidad que, a su juicio, tenían España y Francia en el bloqueo del proceso.

   "ETA quiere aclarar que el tema del desarme está fuera del mandato que recibió el CIV, por eso, no está ni ha estado en la agenda de ETA ni del CIV". Así se referían los terroristas en este comunicado dado a conocer el 26 de marzo, pero que la banda había fechado el 17 de ese mes. Fue el mismo comunicado en el que los terroristas censuraban al Ejecutivo por no haberse sentado a una negociación en Oslo (Noruega) por lo que anunciaba "consecuencias negativas en el proceso".

   La organización criminal criticaba entonces que, a su juicio, el asunto del desarme y la figura de los verificadores "se utiliza con maldad, para tapar la responsabilidad de los estados en el bloqueo de la solución". Es decir, la banda trasladaba a los Gobiernos de España y Francia la responsabilidad de abordar la cuestión del desarme y no a los verificadores.

   Por ello, en su comunicado los terroristas insistían en que "con todo, ETA recuerda que estaría dispuesta a hablar del desarme, pero dentro de una agenda para la superación definitiva de todas las consecuencias del conflicto". Con ello ETA volvía a pedir una negociación al Gobierno apenas unas semanas después de que sus máximos dirigentes fuesen expulsados de Noruega por la negativa del Gobierno a entablar un diálogo en el país nórdico.

CONSECUENCIAS DEL CONFLICTO

   A lo largo de la decena de comunicados emitidos desde su declaración de cese definitivo de la violencia, decretado en octubre de 2011, ETA ha enmarcado su desarme en una negociación con los Gobiernos de España  y Francia sobre lo que denominan las consecuencias del conflicto, es decir, entrega de armas, huidos, presos y la salida de las fuerzas y cuerpos de seguridad del País Vasco y Navarra.

   Pocos días después de aquel comunicado de marzo, los verificadores dieron a la banda un ultimatum en el que aseguraban que si en el plazo de seis meses no había avances en el desarme, disolverían la comisión y terminarían con sus funciones. Ese plazo terminó en diciembre sin que ETA diese respuesta, pero los verificadores decidieron continuar.

    Menos de un año después ETA cambiaba el guión con un nuevo comunicado emitido este mes en el que anunció "aportaciones significativas, sin tardar". Y este mismo viernes la Comisión Internacional de Verificación (CIV), liderada por Ram Manikkalingam, comparecerá públicamente en Bilbao para dar a conocer avances en el proceso de pacificación de Euskadi. Fuentes cercanas a la Comisión han asegurado a Europa Press que la CIV habría mantenido contactos con la banda armada y, en la comparecencia del viernes, darán a conocer "un gesto" de ETA para avanzar hacia su desarme.