MADRID, 24 May. (EUROPA PRESS) -
La fiscal de la Audiencia Nacional Ana Noé elevó hoy a definitiva la petición de cuatro años y medio de cárcel para Borja Oregui Urrutia, acusado de lanzar el 25 de mayo de 2007, alrededor de las 00.30 horas, diversos artefactos incendiarios a una subestación de Telefónica y una Oficina de Correos situadas en Markina Xemein (Vizcaya), considerando estas acciones como apoyo a la banda terrorista ETA.
Durante el juicio celebrado en la Audiencia Nacional, la fiscal aumentó de 1.263,92 euros de indemnización a Telefónica --tal como solicitaba en su escrito de conclusiones provisionales-- a 2.412 euros porque en el recuento inicial de daños incluía el ennegrecimiento de la fachada y de las puertas, pero no la quema del cajetín de control de acceso ni la cerradura.
En el caso de Correos, los daños por ennegrecimiento de la fachada y daño en el letrero y las puertas, asciende a 23.255,19 euros. En el transcurso de los hechos, presuntamente ocasionaron daños también en un contenedor de basura, valorado en 2.171,84 euros.
NO CORRESPONDE CON SU ADN
Por su parte, la defensa solicita la libre absolución del procesado por considerar que "lo único que se ha podido demostrar" son los daños ocasionados, pero que "a partir de ahí, hay un vacío probatorio absoluto sobre la participación de Borja", ya que no existe grabación de seguridad, ningún testigo que lo haya identificado y ninguno de los restos orgánicos encontrados en el lugar de los hechos corresponde con su AND.
Oregui, por su parte, negó los hechos en su totalidad y aseguró --hablando en euskera durante todo el juicio-- que estaba trabajando en el momento en que se sucedieron los ataques. El acusado había declarado tres veces en sede policial, manifestando cosas diferentes en cada caso y reconociendo su participación en los hechos sólo en la última. Hoy, durante el juicio, se desdijo de esas declaraciones policiales.
En esta última declaración basa la representante del Ministerio Público su acusación, considerando que la palabra del propio procesado es suficiente para que sea condenado ya que "su declaración coincide con los restos encontrados". Por su parte, la defensa cree que "no puede ser calificada como prueba de cargo".
ARREPENTIDO
La acusación pública también argumenta que, ante el juez, donde no llegó a ratificar la última declaración aunque sí otros actos de 'kale borroka', aseguró estar muy arrepentido y que quería irse a su casa.
El procesado declaró que recuerda "perfectamente" que estaba trabajando esa noche "porque era su primera noche de trabajo y fue muy fatigosa", algo totalmente improbable pues, a explicaciones de dos de sus compañeros que acudieron como testigo, los turnos rotatorios de la empresa --mañana, tarde y noche-- cambian cada lunes, y el día 25 de mayo fue viernes.
Según el relato de la Fiscalía, el acusado, en compañía de otros individuos no identificados, arrojaron octavillas "con ánimo de causar desestabilización social" y actuando en coincidencia con la organización terrorista ETA, en las que estaba escrito en euskera: "¡A la imposición mediante la fuerza! ¡A la negación de Eukal Herria y a la ilegalización responder con la dureza! ¡Levantad barricadas!. Atacad al PSOE. En contra de los intereses económicos de España".
Por un presunto delito de daños terroristas, Noé solicita para el procesado, además de los cuatro años y medio de prisión, una inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena, una multa de 6.000 euros tras cumplir la condena y pagar los desperfectos.