ETA.-Imaz propone un "acuerdo de mínimos" que incluye lucha policial y aplaza el diálogo a cuando se den las condiciones

Actualizado: martes, 8 mayo 2007 14:25

Pide estrategias "claras, sin voluntarismos" y advierte que se teme "lo peor" por parte de ETA

MADRID, 8 May. (EUROPA PRESS) -

El presidente del PNV, Josu Jon Imaz, planteó hoy la necesidad de que los representantes políticos "salgan del 'impasse' y tomen la iniciativa". En este sentido, propuso a los otros partidos políticos un "acuerdo de mínimos" que permita asegurar un "discurso compartido por la paz y sacar el tema" del fin de ETA del "debate partidista", y apostó por abordar un cierre dialogado "sólo cuando haya condiciones para ello".

Durante su intervención en los Desayunos Informativos de Europa Press, Imaz subrayó que las bases mínimas de este consenso deberían incluir acuerdos entre partidos sobre condena del terrorismo, apoyo a los mecanismos policiales para hacerle frente y "solidaridad y apoyo a las víctimas sin utilizaciones partidistas".

También debe incluir la deslegitimación social del discurso del terrorismo y de los que lo justifican diciendo "claramente" que el mismo "no es derivada natural de problemas políticos existentes y que el futuro político de Euskadi no se puede negociar con ETA".

Abogó por la aplicación de los mecanismos del Estado de Derecho "sin políticas de excepción y con respeto escrupuloso a los derechos humanos" así como abordar un cierre dialogado "sólo cuando haya condiciones para ello". "Es decir, cuando haya voluntad inequívoca de querer poner fin de forma definitiva a la violencia. Circunstancia que no concurre a día de hoy", resaltó.

"ME TEMO LO PEOR"

Aseguró que este es el camino" más sólido para la solución", si bien reconoció que hay "incertidumbres". Así, abogó por "estrategias claras" pero sin "voluntarismos", dijo que el atentado de Barajas trajo consigo la "devaluación" del concepto de tregua permanente y señaló que un nuevo proceso de paz sobre la base del final dialogado requerirá "probablemente el cese definitivo de la violencia para abordar el mismo". "Esto es lo que nosotros deberíamos hacer. ¿Qué hará ETA? No lo sé, sinceramente, aunque me temo lo peor", planteó.

Recordó un artículo que escribió hace cinco años y se mostró convencido, igual que entonces, de que si ETA retoma "el camino de los asesinatos, la sociedad vasca va a acabar" con ella, algo que hoy se vería "acrecentado por la creciente cooperación internacional contra el terrorismo y el galopante rechazo de la violencia en sectores que incluso hace cinco años la aprobaban".

Lamentó la existencia de una "fractura abierta" en el ámbito político por el debate sobre el final de la violencia y las políticas para la lucha antiterrorista, y aseguró que se trata de una "herida que ETA ha generado en el ámbito político y social". "ETA rompió el proceso con el atentado de Barajas y en sus comunicados posteriores se ha erigido explícitamente en el guardián armado de un proceso que denomina democrático, anulando así a su propio entorno como interlocutor político", argumentó.

Estimó que la terminología de lo que llamaban proceso ha quedado "absolutamente devaluada", porque ETA y los partidos democráticos no entienden "lo mismo por proceso". Recalcó que lo que la banda llama proceso democrático es "la imposición de un proyecto político como condición para el abandono de la amenaza violenta", al tiempo que recordó que esta es una visión que empieza a despuntar el pasado mes de junio y se definió en el comunicado de ETA del 17 de agosto.

Según dijo, estas cuestiones le han llevado a lanzar, durante los últimos meses, "alarmas" sobre la posibilidad de que ETA pudiera iniciar una "espiral de violencia" y las consecuencias que ello tendría en un debate político "polarizado y roto en torno a esta cuestión". Afirmó que un atentado de ETA no "nos puede pillar con los puentes rotos", porque entonces se estaría lanzando la señal de que la banda tiene "capacidad, aún siendo débil y teniendo escaso apoyo social, de enfrentar a la sociedad y a los representantes políticos".

REFERENCIAS A LA UE

Imaz comenzó su intervención recordando que mañana se cumplen 50 años desde que Robert Schuman iniciara el "sueño" que hoy es la "realidad europea", algo que, según subrayó, le parece "mucho más relevante que empezar hablando de ASB, ABS o sopas de letras similares". En este punto consideró que ahora es necesaria "audacia política" para dar otro "salto a lo desconocido" como aquel, y así avanzar en el camino de la integración europea.

En su opinión, Europa necesita este impulso, en el que la colaboración española con el eje franco-alemán debe llevarla a estar en la "sala de máquinas" del proyecto. Mencionó también el reciente debate entre Nicolás Sarkozy y Segolene Royal, que le hizo sentir una "sana envidia" y que, según estimó, contribuyó a un diálogo "sereno sobre la construcción desde el acuerdo y la transformación tranquila".

Ante esto, indicó que todo esto ocurre alrededor de España mientras aquí la política se encuentra en el "viejo debate de siempre", con posiciones "antagónicas que se convierten en descalificación permanente" y un debate territorial en el que la "negación de la pluralidad nacional, lingüística y cultural del Estado español aflora de forma continua".

A su juicio, la sociedad española necesita "dar salida" a este debate que "corre peligro de agotar sus propias energías". Energías que la sociedad española necesita para responder a tres grandes retos, que son la "perificidad creciente, no sólo geográfica sino también política en la UE y la inestabilidad por la situación social, económica y política del Mediterráneo y del Magreb". El tercer reto es "mejorar la competitividad" de una economía con un crecimiento "elevado" pero con una balanza comercial con el "mayor déficit respecto al Producto Interior Bruto de todos los países de la OCDE".

"SERENAR LA CUESTIÓN TERRITORIAL"

Por otro lado, planteó la pertinencia de "serenar y abordar la cuestión territorial" desde una perspectiva "abierta", y afirmó que el Estado español debe "aceptar el pluralismo en su expresión político-territorial, identitaria, cultural y lingüística". "El principio democrático de que el poder reside en los pueblos no se expresa adecuadamente con unitarismo, verticalidad e innegociabilidad", afirmó.

Señaló que la "realidad plurinacional" debe entenderse como una "fortaleza" para el propio Estado, y agregó que es necesaria por ello una pedagogía que apunte que en los Estados plurinacionales la igualdad de derechos entre los ciudadanos "no implica una simétrica distribución territorial de competencias y atribuciones". Dijo que la asunción de la pluralidad del Estado es la "mejor garantía de estabilidad y fortaleza".

"En Euskadi deberíamos todos entender que la articulación de la pluralidad es fortaleza de la propia sociedad vasca, y que respetar la voluntad de los vascos incluye el respeto a los diferentes sentimientos identitarios, tratando de integrarlos en un esquema de pacto y compromiso. El pacto debe ser el elemento articulador de la futura convivencia de la sociedad vasca. Pacto entre vascos y pacto con el Estado", expuso.

En materia económica, abogó por un "pacto estratégico por la competitividad, que apueste a medio-largo plazo por una política de impulso a la ciencia, la tecnología y la innovación, la cultura de la creatividad y a la apuesta por corporaciones tecnológico-industriales tractoras". A su juicio, para ello es precisa la cooperación empresarial y también política, y apostó por conjugar el verbo 'coopetir' como suma de cooperar y competir.

Los Desayunos Informativos de Europa Press están patrocinados por Banif, Sun Microsystems, Telefónica y Thomson Aranzadi. Como invitados hoy asistieron, entre otros el secretario de Estado de Comunicación, Fernando Moraleda; el portavoz en el Congreso de CiU, Josep Antoni Duran i Lleida; así como diversos diputados de diversos grupos parlamentarios, particularmente el PNV.