ETA.- LAB afirma que en el proceso "ETA, por primera vez en su historia", propuso desmantelar sus estructuras militares

Actualizado: domingo, 15 julio 2007 17:39

Precisa que dependía del logro de un acuerdo "sobre territorialidad y derecho a decidir", y dice que Zapatero sabe "que es posible la paz"

BILBAO, 15 Jul. (EUROPA PRESS) -

El secretario general del sindicato LAB, Rafa Díez Usabiaga, afirma que, durante el proceso, "ETA, por primera vez en su historia", realizó propuestas para desmantelar sus "estructuras militares", en función de un diálogo y negociación que abordara "en términos democráticos un acuerdo integrador sobre territorialidad y derecho a decidir".

Tras precisar que en el denominado "diálogo de Loiola" entre Batasuna, PNV y PSE hubo "acercamientos considerables", subraya que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, "es consciente del valor y la posibilidad" de lograr todavía la paz y cree que "el camino recorrido puede servir para poner bases sólidas e irreversibles a un auténtico proceso".

En un artículo publicado en la última revista de Lokarri, recogido por Europa Press, Díez Usabiaga considera que "no es momento de fatalismos que expandan el pesimismo" y apuesta por "encauzar un proceso real de soluciones democráticas que permitan construir la paz". "Lo contrario, sería condenar a la sociedad vasca a la pérdida de esperanza y a la convivencia en confrontación", añade.

En este sentido, pregunta si está todo "roto" o se empieza de cero. "Creo que, detrás de la ruptura de este proceso o intento negociador hay factores negativos, pero también hay que considerar cuestiones positivas que deben ser trabajadas adecuadamente para el futuro", asevera.

De esta forma, subraya que, durante el proceso, "se han debatido y tratado los temas nucleares" y se han considerado "los problemas y límites recíprocos". "Han existido acercamientos considerables en el llamado diálogo de Loiola. ETA, por primera vez en su historia, ha hecho propuestas para desmantelar las estructuras militares en función de la proyección de un proceso de diálogo y negociación que aborde en términos democráticos un acuerdo integrador sobre territorialidad y derecho a decidir", señala.

"BASES IRREVERSIBLES".

Por ello, destaca que no se parte de cero porque "las cartas están sobre la mesa". "El camino recorrido puede y debe servir para poner bases sólidas e irreversibles a un auténtico proceso de diálogo, de negociación hacia un acuerdo que ponga cimientos a una 'segunda transición' democrática", advierte.

Según afirma, "Zapatero sabe que es posible y que la paz podría estar cerca". "La cuestión es saber si asumirá los riesgos, los compromisos básicos para una reconstrucción necesaria del proceso para una solución política negociada", manifiesta.

El líder de LAB señala que, "en este momento de incertidumbre colectiva, es más necesario que nunca establecer mecanismos de comunicación, contraste y negociación". "Apostar por lo contrario, encarcelando interlocutores, adoptando medidas vengativas o apelando a 'unidades o pactos antiterroristas' es mantener la confrontación, la conculcación de derechos y el sufrimiento sin perspectiva", apunta. A su juicio, esto supondría "volver a caminos ya transitados y conocidos en sus múltiples y desgraciadas consecuencias".

PANORAMA DE INTERROGANTES.

Rafa Díez Usabiaga afirma que, si el alto el fuego abrió "un horizonte de esperanza en la sociedad vasca, la ruptura de este compromiso, en el marco de un proceso de diálogo y negociación totalmente atascado, abre un panorama pleno de interrogantes, sombras y preocupación que hace necesario un mayor esfuerzo de reflexión constructiva por parte de gobiernos, la comunidad internacional y los agentes sociopolíticos de Euskal Herria".

En esta línea, considera que "no es momento para fatalismos", pero tampoco para "frivolidades y voluntarismos, cuando existe una realidad de sufrimiento y vulneración masiva de derechos básicos". "Por encima de los hechos objetivos, como la ruptura del proceso negociador iniciado, todas las partes tienen que seguir trabajando en la misma dirección: encauzar un proceso real de soluciones democráticas que permitan construir la paz. Lo contrario sería condenar a la sociedad vasca a la pérdida de esperanza y a la convivencia en confrontación", insiste.

Tras preguntar "por qué se ha desaprovechado esta oportunidad con decisiones y actuaciones incomprensibles" si "tan cerca" se ha estado de "un auténtico proceso de diálogo y negociación", dijo que "el escenario que se abría necesitaba de prudencia y tranquilidad, pero, sobre todo, de convicción y confianza entre los sujetos determinantes en la construcción del proceso".

El dirigente abertzale afirma que "la experiencia de otros procesos similares apelaba a tejer complicidades que fueran capaces de superar obstáculos" e indica que "la inexistencia de un pacto de Estado para abordar un problema de Estado fue una primera gran carga de profundidad contra el nuevo contexto".

"El PP y su espacio mediático establecen desde el primer minuto una estrategia de acoso y desgaste que sitúa a Zapatero y al Gobierno socialista en posiciones defensivas e, incluso en ocasiones, para contradecir al PP, en actuaciones regresivas", apunta.

Según explica, "son los tiempos de actuaciones de la Audiencia Nacional, encarcelamiento de Arnaldo Otegi, aplicación de la doctrina Parot a más presos, el caso de Iñaki de Juana y el mantenimiento de impulsos ilegalizadores en la actividad de la izquierda abertzale". "Con la nueva situación se mantenía un arsenal político-judicial contra la izquierda abertzale totalmente incompatible con el contexto que abre el alto el fuego", asegura.

A su entender, "esta estela de presión político-judicial, de chantaje con presos, de vacío en la consolidación de un espacio de diálogo y negociación política, ha sido una constante en la hoja de ruta de Zapatero".

"Nos hemos encontrado con un Gobierno débil y dubitativo, incapaz de soltar amarras respecto a la presión del PP y sectores del Estado y, al contrario, en continuo vaivén al ritmo del titular de tal o cual medio de comunicación", dice.

Para Díez, "Zapatero ha sido rehén del CIS, ha estado preso de presiones internas y ha actuado, por sus dudas y cálculos perversos, a remolque de la agenda impuesta por el PP". "Así no puede recorrerse el camino hacia la paz en un conflicto que necesita medicina política para reconocer la existencia de un pueblo y el respeto a su libre decisión democrática", subraya.

Tras creer que "Zapatero es consciente del valor y la posibilidad de llegar a un escenario de paz", pregunta "por qué ha especulado hasta la saciedad con esta oportunidad pretendiendo debilitar a la izquierda abertzale y desvirtuar un proceso integral de soluciones políticas".

"Ha buscado atajos para evitar un proceso de diálogo y negociación política, intentando ensamblar un final dialogado con una mera remodelación estatutaria, pretendiendo aplicar un 'modelo catalán' que en Hego Euskal Herria no sirve. En lugar de abordar con determinación los pasos que necesita un auténtico proceso de diálogo y negociación, ha priorizado, con el aval e interés del PNV, el debilitamiento de la izquierda abertzale en el marco de una geometría política influenciada por el ruido que hacían el PP y sus 'hooligans' mediáticos", añade.

También cree que hay que "considerar los errores de la izquierda abertzale" porque "da la impresión que se ha hecho un proceso sin sociedad, en el ático político". "Además, no se pueden eludir los hechos de Barajas, pero hay que recordar que hasta el 30 de diciembre pasan muchos meses en un esquema especulativo que termina por horadar confianzas", señala.

Por último, concluye que "en una negociación las partes tienen que convencerse del interés común del proceso abierto, de lo contrario, la negociación se convierte en un espacio de especulación, cálculo político y degradación", concluye.