MADRID, 2 May. (EUROPA PRESS) -
La Federación Internacional de Periodistas (FIP) ha pedido la excarcelación de los informadores que se encuentran en prisión por ejercer su profesión coincidiendo con la celebración, este jueves, del Día Internacional de la Libertad de Prensa.
"Estamos siendo testigos de un nivel sin precedentes de litigios penales contra periodistas, en muchos países", ha denunciado el presidente de la FIP, Jim Boumelha. "Estas es una de las peores formas de censura que afrontan los medios de comunicación. Los gobiernos deben derogar las leyes de difamación penal y revisar las leyes antiterroristas, uno de los mayores obstáculos para una libertad de prensa genuina", ha añadido.
Más de 150 periodistas están en estos momentos presos en todo el mundo, algunos de ellos en la cárcel desde hace años y sin juicio alguno. En China hay más de 20 casos de detenciones de periodistas mientras las autoridades continúan intentando controlar y censurar la información independiente, denuncia la FIP.
La organización se refiere también a Eritrea, donde hay 25 periodistas encarcelados sin juicio y sin que hayan presentado cargos penales. Algunos llevan más de una década en prisión.
Otros siete periodistas están confinados en Etiopía, incluidos los suecos Martin Schibbye y Johan Persson, condenados por delitos de terrorismo, y en Irán, la filial de la FIP, la Asociación de Periodistas Iraníes cifra en 30 los profesionales encarcelados desde las polémicas elecciones presidenciales de 2009. La FIP cita también el caso de Turquía, donde más de 60 informadores están en la cárcel por delitos relacionados con el terrorismo.
"Los periodistas suelen padecer una justicia dura, con falta de una justicia y proceso debidos", denuncia el grupo, que cita como ejemplo al periodista yemení Abdel Hadi al Shaye, amnistiado pro el presidente Alí Abdulá Salé pero aún preso a petición de Estados Unidos, por su supuesta relación con Al Qaeda.
Por último, la FIP destaca una noticia positiva, la liberación de todos los periodistas presos en Birmania, pero advierte de que aún hay otras amenazas para la libertad de prensa en el país.
