El fiscal confirma la petición de 30 años de cárcel para un 'grapo' por asesinar de forma "vil y cobarde" a un policía

Actualizado: martes, 20 abril 2010 16:29

Los familiares de la víctima dicen que "ojalá" cumpliesen cadena perpetua los autores del asesinato por sus acciones terroristas

MADRID, 20 Abr. (EUROPA PRESS) -

El fiscal de la Audiencia Nacional Jesús Alonso ha elevado hoy a definitiva la petición de 30 años de prisión para el miembro de los Grupos Revolucionarios Antifascistas Primero de Octubre (GRAPO) Marcos Martín Ponce por el asesinato "vil y cobarde" del policía nacional Francisco Javier Sanz Morales el 17 de noviembre del 2000 en Madrid. Además, solicita una pena de 20 años de inhabilitación, la prohibición de residir en Madrid durante cinco años y una indemnización a la familia del fallecido de 400.000 euros.

La acusación particular que representa a los padres de la víctima solicita la misma pena que el representante del Ministerio Público mientras que la defensa pide la libre absolución de Martín Ponce y alude a que las acusaciones se basan en "juicios de valor, deducciones y testigos de referencia".

Durante la segunda sesión del juicio, celebrada hoy en la Audiencia Nacional, comparecieron médicos forenses y policías nacionales como peritos, que certificaron que Sanz Morales fue disparado "por la espalda, como mucho a 20 centímetros de distancia y en un ángulo muerto, por lo que la víctima no pudo percibir el acercamiento de sus agresores".

LA MISMA PISTOLA QUE EN OTRO DELITO

Asimismo, quedó probado que el arma que acabó con la vida del policía nacional es la misma que se utilizó en el asalto a un camión blindado en el año 2000, delito por el que ya fueron condenados tanto Martín Ponce como el otro miembro de la banda Israel Torralba Blanco, condenado como uno de los autores del asesinato que se juzgaba hoy.

En este sentido, Jesús Alonso en sus conclusiones finales manifestó que "quedó probado" durante el juicio que fue el acusado quien disparó el arma contra el policía nacional, así como la persona que amenazó con ese mismo arma a los testigos del asesinato. Además, recordó la declaración policial de una de las personas que fueron testigo del crimen --que ayer prestó su declaración durante la primera sesión del juicio-- que manifestó que "en la vida se le olvidará" la mirada del asesino y, posteriormente, reconoció en una fotografía de Martín Ponce a esa persona.

En este sentido, el fiscal ironizó con la "gran valentía" del presunto asesino y su acompañante que "eligen al azar a la víctima más desprotegida, un policía que estaba inclinado sobre el cajetín de su moto y, con absoluta traición, por la espalda y sin darle la más mínima oportunidad de defenderse, se acercan y le dan el tiro que termina con su vida".

"LAS PALABRAS TAMBIÉN MATAN"

También criticó la declaración de ayer del ya condenado Torralba Blanco en que calificó de "ejecución" la muerte del policía, y pidió que "se tenga cuidado con las palabras, porque las palabras también matan" y, "afortunadamente" en España hace muchos años que se abolieron las ejecuciones. "A Francisco Javier lo asesinaron", sentenció.

La acusación particular se adhirió a las palabras de la Fiscalía y también considera probado que fue Martín Ponce la persona que asesinó a Sanz Morales, tras un juicio "con todas las garantías para el acusado, consideración que no tuvo él con el agente al que mató".

Asimismo, el abogado recordó las palabras de Torralba Blanco que, tras ser avisado por el juez Javier Gómez Bermúdez ayer de que si no declaraba podía ser condenado,ironizó con que lo añadieran a su "cadena perpetua". "Ojalá fuera esa cadena perpetua lo que tuviesen que cumplir como consecuencia de sus acciones terroristas", recalcó la acusación particular.

"NI UN ÁPICE DE ARREPENTIMIENTO"

En este sentido, esperó que, aunque "nada" va a dar tranquilidad a los padres del fallecido, "a ver si después de esos años de cárcel el asesino recapacita" porque no observó "ni un ápice de arrepentimiento" en él.

La defensa por su parte acusó a los peritos de "extralimitarse y hacer juicios de valor" y pidió que se impugne el reconocimiento fotográfico de su defendido, así como la inclusión del anterior juicio contra él en el que fue condenado a 30 años de prisión (y posteriormente absuelto por el Tribunal Supremo al no ser citada a declarar una de las testigos).

Según el escrito del fiscal Jesús Alonso, el atentado fue cometido por Martín Ponce y su compañero Israel Torralba Blanco, ya condenado por estos hechos, y se produjo como "respuesta" a la detención en París de la cúpula de los GRAPO. Los dos terroristas "deambularon por Madrid a fin y efecto de localizar a un agente sobre el que cometer su criminal acción".

Así, encontraron al agente "solo y absolutamente desprevenido" en la calle Alondra del distrito de Carabanchel cuando guardaba unos papeles de su trabajo en el portaequipajes de su moto oficial. Entonces, le propinaron un disparo en la cabeza, de forma "totalmente traicionera y por la espalda", que le produjo la muerte "de manera inmediata".