Noreña pone de manifiesto las carencias del órgano especializado, que cuenta con 23 fiscales delegados sin dedicación exclusiva
MADRID, 27 Mar. (EUROPA PRESS) -
El fiscal especial antidroga, José Ramón Noreña, ha denunciado este martes la existencia de disfunciones en el proceso de destrucción de la droga incautada generados --ha dicho-- por la reforma en el año 2006 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal que obliga en la actualidad a que un juez autorice la eliminación de las cantidades incautadas.
En su comparecencia ante la Comisión Mixta para el Estudio del Problema de las Drogas, celebrada en el Congreso de los Diputados, el fiscal especial ha propuesto un regreso a la regulación anterior que facilitaba la destrucción de la droga incautada de forma más rápida.
Noreña ha destacado también las dificultades que plantea el hecho de que España sólo cuente con un centro dedicado a la destrucción del material aprehendido, situado en Asturias. Así, ha puesto de manifiesto los problemas de seguridad planteados por los traslados a través de convoyes de las drogas.
El fiscal especial se ha referido también a la necesaria transferencia de las sustancias desde su incautación por parte de las Fuerzas de Seguridad del Estado hasta su almacenamiento, dependiente de los servicios de Sanidad Exterior. "No puede ser que haya drogas y psicotrópicos guardadas en comisarías a la espera de su traslado", ha indicado.
Noreña, que ha comparecido este martes por primera vez ante la Comisión Mixta, ha realizado un repaso del panorama actual de lucha contra la droga y el papel desempeñado en la misma por parte de la Fiscalía especial.
Así, ha puesto de manifiesto las carencias con las que cuenta este órgano especializado del Ministerio Público y ha explicado que trabaja con la colaboración de 23 fiscales delegados que, no obstante, no desempeñan su labor con dedicación exclusiva.
En este sentido, Noreña se ha referido en concreto al caso de Madrid, punto neurálgico del tráfico y la redistribución de drogas, que cuenta únicamente con un delegado que --ha dicho-- "no da abasto".
El fiscal especial ha indicado que mientras en el órgano central, la Audiencia Nacional, se instruyeron el pasado año 113 diligencias previas por tráfico de drogas y otras cinco por blanqueo de capitales en relación con los estupefacientes, las secciones especializadas de toda España afrontaron más de 23.000 procedimientos y 220 más dedicados al blanqueo.
Según los datos expuestos por el representante del Ministerio Público, la comunidad autónoma con más procedimientos es Andalucía, que supera los 8.000, seguida muy por detrás por Cataluña, Canarias y Madrid. Ha destacado, además, el incremento progresivo del número de denuncias por consumo en lugares públicos, que ascendió en 2011 a 375.000.
HACHÍS, COCAÍNA Y HEROÍNA
Noreña ha ofrecido a los integrantes de la Comisión Mixta datos sobre la cantidad de sustancias incautadas durante el último año. La lista está encabezada por el hachís, del que se aprehendieron 355.900 kilogramos. Las mayores partidas fueron localizadas en las provincias de Cádiz, Málaga y Huelva.
"La entrada principal es por vía marítima y en concreto a través de las costas andaluzas", ha explicado el fiscal que ha subrayado la existencia de una disminución de producción de esta sustancia en Marruecos y ha anunciado un mayor éxito de la vigilancia costera del servicio de vigilancia exterior.
El segundo puesto en el ranking de incautaciones es para la cocaína, sustancia de la que se incautaron 16.608 kilos en 2011. "Destacan en este caso Madrid, Valencia, Barcelona y Cádiz", ha expresado el fiscal.
Noreña ha especificado que el pasado año España fue el primer país de Europa en incautaciones de este estupefaciente y el séptimo del mundo. No obstante, ha asegurado que "no es exacto" que nuestro país constituya el centro de distribución de esta droga para toda Europa y ha explicado que los datos apuntan al norte de Europa como otro importante punto de entrada.
El fiscal especial ha mostrado además su preocupación por las cantidades incautadas de heroína, que pasaron de los 213 kilos de 2010 a 412 en 2011. "Parece suponer un repunte en el consumo disminuyendo el habitual de los ochenta, la jeringuilla, frente a otros modos de consumo", ha dicho.
