El fiscal pide 43 años de prisión para un vecino de Guitiriz (Lugo) por intentar matar a su madre y a dos guardias civiles

Actualizado: martes, 23 junio 2009 21:02

El acusado y su madre se niegan a declarar, mientras que la defensa pide la absolución o sólo una condena por lesiones

LUGO, 23 Jun. (EUROPA PRESS) -

La Fiscalía mantuvo hoy la petición de 43 años de prisión para el vecino de Guitiriz (Lugo) José Francisco M.V. por haber intentado asesinar a dos guardias civiles y a su madre, sobre la cual también infligió malos tratos, según el ministerio fiscal.

La acusación pública mantuvo durante el juicio celebrado en la sección segunda de la Audiencia Provincial de Lugo la petición de 14 años de prisión por cada uno de los delitos de tentativa de asesinato y de un año por malos tratos a la madre. Mientras que la acusación particular también mantuvo la inculpación para el acusado, la defensa requirió la libre absolución o una condena por lesiones.

Los hechos que se le imputan sucedieron entre el 14 y el 15 de marzo de 2007. El día 14, la madre, que presentaba un moretón en el ojo, se personó en el cuartel de la Guardia Civil de Guitiriz para que los agentes trataran de persuadir a su hijo de la actitud agresiva que mantenía contra ella.

Al día siguiente, el sargento y un número de esta comandancia se trasladan al domicilio que compartían madre e hijo para apercibir al ahora acusado por su conducta. En el momento en que el sargento le recriminó su actitud, José Francisco M.V. echó a correr hacia el interior de la vivienda, desde el garaje donde se encontraba, y encañonó con una escopeta al agente que lo siguió.

Según se relató en el juicio, el acusado disparó al agente, que no obstante, logró huir, aunque ya de nuevo fuera, volvió a disparar varias veces y alcanzó al otro guardia civil en el abdomen.

SIN DECLARACIONES

En la vista, se negaron a declarar tanto el imputado como la madre, que comparecía como testigo y que antes de entrar en sala se limitó a responder a la prensa que no tenía "nada" que decir.

Sin embargo, los agentes sí relataron como el acusado había disparado en varias ocasiones con ánimo de matarlos, puesto que al sargento el primer disparo le rozó la cabeza y al otro agente ya le disparó fuera cuando intentaba refugiarse tras una tapia.

CONDENA EXCESIVA

Por su parte, el abogado de la defensa, Xosé Chapela, declaró a los medios de comunicación que le parecía "excesiva" la petición fiscal. "Es una cifra récord. Contra el vicio de pedir está la virtud de no dar", zanjó.

Chapela circunscribió los hechos a un "problema familiar, entre la madre y su hijo, respecto a la colocación de una ventana, que no estaban de acuerdo y entonces le propinó una bofetada, una cosa que no requirió asistencia médica".

"Al día siguiente fue la Guardia Civil a su casa con ánimo de detenerlo y el en ese momento corrió, cogió una escopeta que tenía y comenzó a disparar pero sin ánimo de matar. Era un experto tirador y a dos o tres metros, sí quisiera matar, mataba", argumentó.

También apeló a "las circunstancias personales" del procesado, con "varios intentos de suicidio" y recordó que en 1990 estuvo atendido por un psiquiatra de Lugo que determinó que tenía mermadas sus facultades, "con una especie de paranoia", mientras que el profesional del penal de Bonxe "habla de una esquizofrenia".

"Tenía instalado un sistema de videocámara en la vivienda, en Parga -Guitiriz-. Tenía delirios. En la cárcel goza de muy buena fama. Es una persona muy retraída y creo que eso el fiscal lo debía de tener en cuenta", concluyó el letrado.