Garzón.- Peces Barba cree que "nadie" puede estar en contra de que se pida justicia para los que yacen en las cunetas

Actualizado: miércoles, 21 abril 2010 22:29

Pérez Llorca pide no "lanzarse los muertos a la cabeza" y dice que no le casa que "se diga al Supremo que se deje influenciar"

MADRID, 21 Abr. (EUROPA PRESS) -

Gregorio Peces Barba, uno de los 'padres' de la Constitución, se refirió hoy veladamente al proceso abierto contra el juez Baltasar Garzón por su intento de investigar los crímenes de la Guerra Civil y el franquismo al señalar que "nadie" puede estar en la actualidad en contra de "la reivindicación de justicia" para los muertos que aún yacen en las cunetas de nuestro "sin una tumba digna".

Así lo puso de manifiesto durante su intervención en la inauguración de la nueva Sala Constitucional del Congreso de los Diputados, que presidió José Bono y que contó con la presencia de cinco de los ponentes constitucionales, así como de otras autoridades, como la presidenta del Tribunal Constitucional, María Emilia Casas.

UNA TAREA SIN HACER

Peces Barba destacó que con la Constitución de 1978 se rompió "el maleficio" de que la convivencia en España era "imposible", si bien quiso subrayar que en ese tiempo sólo quedó una tarea "sin hacer" porque era "incompatible" con el "necesario" olvido: "la reparación de la violencia de los crímenes, de los desmanes y de las injusticias que habían recibido y sufrido los vencidos inocentes, sobre todo, con la represión posterior a la Guerra Civil".

Y es que, a su juicio, la reparación de las injusticias y de los crímenes de "los vencedores inocentes" --"que también las sufrieron", recalcó--, ya se había realizado, "quizá en algunos casos con exceso, en los primeros años del franquismo".

ANULAR LOS "JUICIOS ILEGALES"

En este contexto, Peces Barba no sólo abogó por "la recuperación" de la memoria histórica para colocar "en su sitio" a todos aquellos que yacen aún en las cunetas de los campos españoles, sino por "la nulidad de tantos procesos ilegales" promovidos por tribunales igualmente "ilegales" y de los paseos "sin juicio" que, destacó, "tanto se prodigaron" entonces.

"Nadie al cabo del tiempo puede estar en contra de esa reivindicación de justicia y de que restablezca definitivamente el respeto ante todos --enfatizó--. Que nunca más nadie pueda decir que en nuestro país faltaba respeto".

ESPAÑA "VIVE UN MAL MOMENTO"

Por su parte, el también ponente constitucional José Pedro Pérez Llorca avisó de que España vive "un mal momento" porque "hay mucha tensión". "Una cosa es la crítica al Poder Judicial y otra determinados actos colectivos", comentó, en referencia a los que se están sucediendo en apoyo a Garzón.

"No digo que sean ilegítimos, pero a mí no me casa que se diga al Supremo que se deje influenciar por determinadas manifestaciones. Hay que respetar las instituciones y si no las respetamos, vamos mal", advirtió.

En este contexto, aseguró que en España hay "que honrar a los muertos". "¿Quién se va a oponer si unos tuvieron sus lápidas y otros no?", se preguntó, aunque también pidió alejar la "tentación de lanzárselos a la cabeza". "Sería un gravísimo error si ocurriera, como lo sería encerrarse en el rencor o el odio retrospectivo; esa no es planta que convenga regar", avisó.

UN PROBLEMA DE "JUSTICIA SOCIAL"

Le contestó Albert Solé, hijo de Jordi Solé Tura, quien recalcó que esta cuestión es, además de un problema de lápidas, un problema de justicia social y de memoria histórica.

Por su parte, Miquel Roca no quiso entrar en polémicas, pero sí aconsejó no olvidar la memoria "para no volver a caer en los mismos errores ni repetir los mismos errores de nuestra historia".

Tampoco quiso entrar en el caso concreto de Garzón el presidente del Congreso, José Bono, quien, no obstante, destacó que la transformación producida en España, un país que padeció la dictadura, fue posible precisamente "por la grandeza de quienes no quisieron la revancha".