Encara el "nuevo reto" con ilusión y confianza en todos sus subordinados y aumentando la capacidad de respuesta de su fuerza
SEVILLA, 6 Nov. (EUROPA PRESS) -
El teniente general Pedro Pitarch asumirá formalmente mañana el mando de las unidades dependientes de la Fuerza Terrestre del Ejército, tras la entrada en vigor, el pasado 1 de noviembre, de la reestructuración que implica que su unidad incorpore en su estructura la Fuerza de Maniobra y alcance los 55.000 efectivos. El acto de asunción de mando, que presidirá el propio general Pitarch, tendrá lugar mañana a las 12.00 horas en la Plaza del Ejército Español frente al edificio de Capitanía General de Sevilla y contará con la asistencia de autoridades civiles y oficiales generales de la Fuerza Terrestre, incluidos los jefes de las Brigadas encuadradas en los mandos de Fuerzas Ligeras y Fuerzas Pesadas.
El jefe de la Fuerza Terrestre del Ejército de Tierra, teniente general Pedro Pitarch, afronta con "ilusión" y "confianza" en sus subordinados la reestructuración de su unidad, que desde el pasado miércoles, incorpora todas las unidades de combate y apoyo al combate del Ejército, y se fija como objetivos de cara al próximo año potenciar la cohesión, el adiestramiento y la capacidad multinacional de todas sus unidades.
El pasado miércoles, 1 de noviembre, entró en vigor el Real Decreto de Organización del Despliegue de la Fuerza de los Ejércitos y la Armada, una medida que conlleva que la Fuerza Terrestre pase a contar con una plantilla de unos 55.000 militares en su estructura, incorporando a todas las unidades antes enmarcadas en la Fuerza de Maniobra. De esto modo, la División Mecanizada Brunete y las Brigadas Aerotransportable, Paracaidista y de la Legión --que aportan el grueso de las tropas destacadas en el exterior-- se incorporan al mando del general Pitarch. El próximo martes, 7 de noviembre, el teniente general asumirá formalmente este nuevo mando en una solemne ceremonia militar que se celebrará en la Capitanía General de Sevilla.
En una entrevista concedida a Europa Press, el teniente general explicó que la reorganización busca conseguir en la Fuerza Terrestre "una unificación", "una línea común", en la preparación de la fuerza del Ejército, estandarizando con un mismo mando los niveles y obteniendo mayor cohesión. "Se trata, en definitiva, de aumentar las capacidades en cuanto a rapidez de respuesta y a la proyección de la fuerza", señaló.
El teniente general aseguró que su objetivo ahora es conseguir acometer esta "transición" --que debe finalizarse antes de enero de 2010-- "sin menoscabo de la operatividad de las unidades", para lo que su Cuartel General está trabajando a pleno rendimiento.
Tras hacer un balance "muy positivo" de sus primeros diez meses al mando de la Fuerza Terrestre, el general Pitarch indicó que esta nueva etapa desde su despacho de la Capitanía General de Sevilla le ha aportado "muchas" enseñanzas e hizo especial hincapié en que "la razón de ser de todo el edificio de la defensa son las unidades de la fuerza, y no a la inversa".
De cara a 2007, su objetivo será, según señaló, consolidar los actuales niveles de eficiencia en la generación, preparación y adiestramiento de la fuerza, incrementándolos "allí donde se pueda", y potenciar la cohesión, el adiestramiento y la capacidad multinacional de la Fuerza Terrestre.
Con respecto a la incorporación de toda la Fuerza de Maniobra en la Fuerza Terrestre, lo que conlleva las principales unidades del Ejército desplegadas en misiones internacionales, afirmó que el volumen de efectivos "será mucho mayor" y que encara el "nuevo reto" con "ilusión" y "confianza" en todos sus subordinados, "sin cuya concurrencia al esfuerzo común nada sería posible". "Ya se tenía en Sevilla experiencia de enviar a nuestras unidades a misiones internacionales; ahora, en todo caso, el volumen será mucho mayor", relató.
MÁS PERSONAL Y EQUIPAMIENTOS PARA AHORRAR RECURSOS
El teniente general explicó que para afrontar la nueva situación la Fuerza Terrestre ha incrementado sus recursos de personal, equipamientos y capacidad financiera y que ello, "aunque parezca paradójico", se traducirá en un ahorro de recursos, al disminuir el número de cuarteles generales de alto nivel.
Con respecto a las necesidades que percibe en su unidad, aseguró que todo es susceptible de mejorar pero que tiene todo lo que necesita "para este arranque". "Ya se están haciendo los arreglos correspondientes porque la esfera de control ha aumentado extraordinariamente", explicó.
En cuanto a la disolución de unidades y los traslados de personal que tendrá que encarar la Fuerza Terrestre por la aplicación del decreto de reorganización, el general Pitarch se remitió a las explicaciones aportadas en sede parlamentaria por su inmediato superior jerárquico, el jefe de Estado Mayor del Ejército (JEME), general de Ejército Carlos Villar Turra, quien indicó que el Ejército sufrirá la disolución de 24 unidades tipo batallón y 16.000 militares se verán afectados.
En esa misma línea, el teniente general señaló que la Fuerza Terrestre, al ser la fuerza con mayor número de efectivos, es la que "lógicamente" se verá "más afectada" pero subrayó que se hará mayoritariamente con reorganizaciones internas y cambios de dependencia o denominación, que se traducirán en que las personas realmente implicadas en disoluciones o traslados serán "relativamente pocas". "Siempre que se ha abordado una reorganización se ha tratado de minimizar los efectos negativos especialmente en el ámbito familiar. No obstante, pienso que los intereses y expectativas personales, aunque sean absolutamente legítimos, no deben ser un impedimento para alcanzar los objetivos del proceso de transformación en marcha", dijo.
El teniente general puso como ejemplo el caso de la División Mecanizada Brunete, que pasa a depender de la Fuerza Terrestre y se rebautiza como Cuartel General de las Fuerzas Pesadas, con la misma sede en Burgos pero con cambios en su funcionamiento al dejar de ser una división y con ahorro de recursos en general.
ANDALUCÍA Y LAS FAS, "UN AMOR RECÍPROCO"
Por otro lado, con respecto a la percepción de las Fuerzas Armadas en Andalucía, el jefe de la Fuerza Terrestre resaltó que es la institución mejor valorada por los andaluces, según el propio Centro Andaluz de Prospectiva, y que la comunidad "es un gran vivero de vocaciones militares, ya que algo más del 20 por ciento de la tropa profesional procede de esta comunidad autónoma". "Si tuviera que sintetizar en solo dos palabras la relación entre Andalucía y las Fuerzas Armadas, yo diría que se trata de un amor recíproco", añadió.
En la relación a la reunión informal de ministros de Defensa de la OTAN que Sevilla acogerá a comienzos de 2007, subrayó que la celebración de este encuentro sitúa a la ciudad junto a otras grandes urbes como Niza, Bruselas o Berlín y manifestó su convencimiento de que el pueblo sevillano dará su mejor acogida a los representantes aliados.
"Esta ciudad es un paradigma de vocación, capacidad y maestría para organizar los eventos más exigentes y comprometidos, y además lo hace siempre con un sentido de hospitalidad y una fineza fuera de lo común", concluyó.
