TOLEDO, 14 Jun. (EUROPA PRESS) -
Los forenses que realizaron la autopsia al cadáver del hombre que apareció muerto en la piscina municipal de Seseña (Toledo) en agosto de 2009 y reconocieron médicamente también al supuesto autor del crimen, han afirmado que las heridas del procesado son compatibles con una agresión y con las encontradas en el cuerpo de la víctima al tratar de defenderse, aunque no han determinado si las marcas que tenía el fallecido en el cuerpo las había causado el procesado.
Así lo han asegurado en la segunda sesión del juicio con jurado popular que se celebra en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Toledo, donde han determinado igualmente que la muerte de la víctima --que se produjo por asfixia por sumersión-- no fue un accidente y se produjo de manera violenta.
Los forenses han relatado al jurado que el cadáver de la víctima, que se encontraba ya seco cuando ellos llegaron, presentaba lesiones en la cara que "sin duda" se produjeron 10 ó 15 minutos antes de su muerte, por lo que han descartado que se hubieran podido producir en una pelea que hubiera tenido lugar horas antes.
También han señalado que el cuerpo presentaba hematomas en el cuello que han achacado a un intento de estrangulamiento, así como heridas por compresión que han afirmado que se produjeron porque alguien se sentó encima de la víctima en vida, y heridas producidas por intentar salir de la parte baja de la piscina y que alguien no le dejara hacerlo.
De este modo, los forenses señalan que la agresión tuvo lugar en la parte menos profunda de la piscina, mientras que el procesado aseguró ayer que encontró el cadáver hundido en la parte profunda de la piscina.
DESCARTAN EL ACCIDENTE
A preguntas de la acusación particular, que ha incidido en preguntar si los hechos fueron un accidente o no, los forenses han descartado esta hipótesis porque las lesiones que presentaba el cuerpo de la víctima no aparecen "nunca" en un accidente.
De esta forma han desmontado la versión de la defensa que mantenía la tesis de que los sucedido en agosto de 2009 fue un accidente ya que sostiene que el fallecido había saltado la valla que rodea la piscina tropezándose y golpeándose la cabeza contra el suelo.
Precisamente, a preguntas de la abogada de la defensa, los forenses no han podido precisar si las heridas que tenía el cadáver de la víctima fueron realizadas por una persona o por varias, al igual que no han podido establecer la hora exacta de la muerte por haber estado el cadáver sumergido en el agua.
En lo que sí han insistido los forenses es en destacar el grado de ebriedad que tenía el fallecido el día de los hechos --2,27 gramos de alcohol en sangre-- hecho que, según han continuado, hizo que la víctima tuviera reducida su capacidad de defensa.
En el juicio también ha declarado la forense que reconoció psicológicamente al acusado, quien ha asegurado que no encontró síntomas de patología mental en el mismo y ha añadido que tiene capacidad para distinguir el bien del mal.
NO PUDO HACERLO SOLO
De otro lado, en la vista también han prestado declaración los dos policías locales de Seseña que acudieron al lugar cuando les informaron que había un cadáver en la piscina municipal, y que han señalado que es "imposible" que el acusado hubiera podido sacar él solo el cuerpo de la víctima de la piscina porque había declarado que no sabía casi nadar, más aún si --como defendía el inculpado-- el cuerpo estaba en la parte profunda de la misma.
Estos policías han manifestado igualmente que el procesado fue cambiando su versión al asegurar en un primer momento que no conocía al fallecido para decir más tarde que era amigo suyo. Además, han coincidido en afirmar que el acusado estaba algo intranquilo en el día de los hechos y "sudaba más de la cuenta".
En esta línea se han pronunciado varios de los guardias civiles que formaron parte de la instrucción del caso, quienes han destacado que el procesado sudaba muchísimo y "en ningún momento" mostró preocupación por el que decía que era su amigo, aunque, sin embargo, su habla era tranquila.
Durante el juicio, el jurado ha podido observar las fotos del día del levantamiento de cadáver que han sido explicadas por el guardia civil que las realizó. También se fotografiaron los vestuarios donde se encontró, en la puerta de uno de ellos, unas marcas de color rojizo que podían ser sangre, aunque el agente de la benemérita no ha podido confirmarlo.
PIDE JUSTICIA
De otro lado, momentos antes de que se iniciase la segunda sesión del juicio, la madre del fallecido, Isabel Asensio, ha pedido, en declaraciones a los medios, que se haga justicia y ha asegurado que su hijo era "muy buena persona", no bebía y que era "muy trabajador".
Asimismo, la madre de la víctima ha afirmado que hay más gente implicada en la muerte de su hijo y ha pedido al procesado que diga la verdad.