Hoy comienza el juicio contra tres ex concejales de Álvarez del Manzano y varios empresarios por el 'Caso Funeraria'

Actualizado: lunes, 7 mayo 2007 10:14

MADRID, 7 May. (EUROPA PRESS) -

La sección cuarta de la Audiencia Provincial de Madrid juzga a partir hoy a tres ex concejales del Partido Popular y a varios empresarios imputados por el 'Caso Funeraria', quince años después de la supuesta venta fraudulenta de la Empresa Mixta Municipal, a los que el fiscal acusa de alterar precios, prevaricación, malversación de fondos, tráfico de influencias y falsedad documental.

El escrito de conclusiones provisionales del representante del Ministerio Público, al que ha tenido acceso Europa Press, pide seis años de prisión para los tres concejales y 10 años de inhabilitación en cargo público, así como 19 años de cárcel y 22 de inhabilitación para José Ignacio Rodrigo, presidente de la empresa Funespaña y abogado. Asimismo, el fiscal pide que se reintegren al Ayuntamiento de Madrid las acciones vendidas.

En total, la Fiscalía solicita para los nueve acusados en este caso 82 años de prisión y más de 18 millones de euros. La vista, en la que se juzgará si hubo delito en la privatización aprobada el 22 de diciembre de 1992 con la adjudicación del 49 por ciento de las acciones de esta empresa a la compañía Funespaña por 100 pesetas (0,60 euros), se celebrará este año después de que en el 2003 se retrasara para evitar que su celebración interfiriera en cuestiones electorales.

El escrito del fiscal señala que los concejales con el Gobierno municipal de José María Álvarez del Manzano, Antonio Moreno Bravo, Simón Viñals Pérez y Luis María Huete Morillo, "concibieron la idea de poner cuanto antes la gestión de la funeraria en manos de una empresa privada que fuera de su particular agrado y confianza, (para lo cual) aceptaron cualquier perjuicio económico que pudiera derivarse de las arcas del Ayuntamiento". Huete es actualmente diputado popular en la Asamblea de Madrid.

Así, la Fiscalía dictamina que uno de los acusados, el abogado José Ignacio Rodrigo, tuvo acceso directo a la información de la situación jurídica, económica y de posibilidades comerciales de la Funeraria municipal y "sobre todo acerca de la posición favorable de sus responsables políticos a la privatización". Rodrigo, según el texto, se formó el propósito de "obtener personalmente una importantísima ventaja económica" con el apoyo de los concejales acusados.

El texto del fiscal añade que el gerente de la Funeraria municipal en ese entonces, Francisco Yánez, "desatendió" los intereses de la empresa para que "se adoptaran soluciones tendentes a mejorar o a simplemente no empeorar de modo innecesario la situación financiera". "En particular Huete y Viñals (ex concejales acusados) omitieron deliberadamente cualquier tipo de actuación en este sentido", prosigue.

Las conclusiones provisionales del Fiscal indican que los procesados aprovecharon el Pleno Municipal para que se aprobaran propuestas formuladas "por diferentes grupos de muy diversa naturaleza y sentido, manifiestamente incompatibles, algunas de las cuales implicaban inequívocamente el mantenimiento del cien por cien del capital social en manos del Ayuntamiento". El acusado Moreno dictó un decreto, "eligiendo de manera caprichosa y parcial" una de las propuestas, ordenaba dar entrada en dicha empresa a la iniciativa privada en porcentaje máximo del 49 por ciento en concurso público".

Mientras tanto, el texto explica que el abogado Rodrigo se puso en contacto con otro de los acusados, Valdivia Gerada, representante legal de Funespaña, "para asegurarse una importante participación lucrativa de la privatización". El fiscal señala que Funespaña en ese momento era una empresa "carente de medios personales y materiales, dedicada hasta entonces a coordinar telefónicamente los traslados de cadáveres de una localidad a otra".

El juez considera provisionalmente que en el entramado de Rodrigo y Valdivia, el primero aportaría los fondos necesarios, de los que carecía Funespaña, para hacerse con el control de la Empresa Mixta y el servicio funerario de Madrid. A cambio, Rodrigo "se aseguraba una importante participación en el capital social que debería permanecer oculta para no poner en tela de juicio la licitud de las operaciones".