MADRID, 7 Feb. (EUROPA PRESS) -
El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, llegará previsiblemente a la III Asamblea Ciudadana Estatal del partido morado de marzo sin competencia, si los Anticapitalistas se reafirman en su intención de no participar en este congreso y abandonar la formación, tal y como ya hizo el exdirigente Íñigo Errejón hace un año.
El sector liderado por la secretaria general del partido en Andalucía, Teresa Rodríguez, y el eurodiputado Miguel Urbán, decidirá previsiblemente el próximo 16 de febrero no participar en la III Asamblea Ciudadana Estatal del partido de marzo, según han informado a Europa Press fuentes de este colectivo. Esta decisión será probablemente el paso previo a su salida del partido a nivel estatal.
De este modo, el 21 de marzo, día en el que tendrá lugar el acto final de la asamblea de Podemos, el líder morado reafirmará con total seguridad su liderazgo al frente del partido, así como su modelo organizativo y su estrategia política, sin complicaciones, y sin ningún sector crítico que plantee un mínimo enfrentamiento.
DE LA TRIPLE DISPUTA EN VISTALEGRE II A NO TENER COMPETENCIA
Por todo ello, esta tercera asamblea será radicalmente diferente a la que tuvo lugar en el Palacio de Vistalegre hace tres años, en 2017, cuando Errejón, ahora fuera del partido, decidió disputarle a Iglesias, aunque sin éxito, el control de Podemos, y los anticapitlaistas lograron entrar por primera vez entrar en la dirección del partido.
Ahora, tres años después, estos dos sectores críticos prácticamente han desaparecido; en el caso de los 'errejonistas', porque decidieron abandonar junto a Errejón la formación hace un año, cuando el ahora líder de Más país lanzó su propio proyecto para las autonómicas de Madrid; y en el caso de los Anticapitalistas, porque previsiblemente decidirán la semana que viene no presentarse al congreso, como paso previo a dejar el partido a finales de marzo.
Los críticos siempre han acusado a Iglesias y su equipo de aplacar la contestación interna. Así, la normalización de las corrientes críticas es una asignatura pendiente en Podemos. De hecho, no existen como tal.
