El informe de la Guardia Civil sostiene que el origen del incendio de la química en Caldas (Pontevedra) fue "fortuito"

Actualizado: miércoles, 21 marzo 2012 17:01

El jefe de planta de Brenntag y agentes de la Policía Local aseguran que habían observado mortandad de peces horas antes del siniestro

PONTEVEDRA, 21 Mar. (EUROPA PRESS) -

El agente judicial de la Guardia Civil que investigó el incendio de Brenntag, ocurrido hace cinco años y medio y que provocó un vertido contaminante que arrasó la fauna en un tramo del río Umia de siete kilómetros, ha sostenido que, tal y como recogió en su día en un informe, el origen del fuego de la planta química ubicada en Caldas de Reis (Pontevedra), fue "fortuito".

Este miércoles se ha retomado el juicio por el desastre medioambiental provocado por el vertido contaminante al río Umia, tras el parón sufrido durante el martes. En esta jornada han declarado ante el titular del Juzgado de lo Penal número uno de Pontevedra directivos de la empresa química Brenntag, así como peritos y agentes de la Guardia Civil y Policía Local de Caldas de Reis.

A través de videoconferencia ha comparecido el agente judicial de la Guardia Civil que investigó el incendio, quien ha indicado que había hasta tres posibles causas del fuego. Entre ellas se ha referido a una posible chispa provocada por la electricidad electrostática, que incendiase el tolueno que se estaba descargando del camión a una cisterna.

En este sentido, el fiscal y el abogado que defiende los intereses de la Xunta se preocuparon por saber si los operarios de la empresa habían tomado las precauciones oportunas conectando las tomas de tierra, a lo que el guardia civil respondió que en la zona de origen del fuego, un área de 40 metros cuadrados que se inspeccionó de manera exhaustiva, "no se encontraron las pinzas. "Bajo ningún punto de vista, no estaban allí", ha afirmado.

"¿De haber estado conectadas a la toma de tierra habrían aparecido?", ha preguntado el fiscal. "Sí, porque unas pinzas similares a éstas sí se encontraron en una zona muy próxima", ha respondido este experto, y ha explicado que estaban muy deterioradas por causa del fuego, "aunque no se podían volatilizar por muy alta que fuese la temperatura que allí se alcanzó".

OBJETOS QUE SALIERON DESPEDIDOS

Los abogados que asumen la defensa recordaron que durante el devastador incendio que arrasó esta empresa química en aquel 1 de septiembre de 2006 hubo numerosas explosiones, recogidas en todos los informes sobre el siniestro, así como por los testigos de aquel suceso, unas explosiones de tanques y bidones "con proyección de objetos". Los letrados subrayaron que el informe de la Guardia Civil recoge que algunos elementos anclados a las paredes del recinto de la empresa desaparecieron de su emplazamiento como consecuencia de estas explosiones.

Por su parte el jefe de planta de Brenntag, "a nivel logístico y productivo", José Luis Camiña López, ha insistido en que "desde el punto de vista normativo no es necesario poner la pinza de la toma de tierra", de forma que este procedimiento "se trata sólo de una norma de Brenntag". Además ha indicado que "nadie está obligado a comprobar una descarga". "No había nadie para supervisar eso. Es una recomendación", ha apostillado.

Además el jefe de planta ha destacado que Eulogio Estévez, el operario encargado de descargar el tolueno, "es un hombre con 24 años de experiencia en inflamables".

PECES MUERTOS

Asimismo, tanto el jefe de planta como a agentes de la Policía Local de Caldas han asegurado que ya habían observado una elevada mortandad de peces en el Umia esa misma mañana, antes del accidente, una cuestión en la que ha insistido especialmente el representante legal de la empresa Brenntag, intentando situar en los testimonios que esta elevada cantidad de peces muertos se localizó "aguas arriba" del emisario de la química.

Finalmente, el jefe de planta de Brenntag ha explicado que los cubetos de retención instalados alrededor de las cisternas que estaban ardiendo, no pudieron cumplir su cometido por el trabajo de los bomberos. Estos cubetos son unos recipientes completamente estancos que se utilizan para recoger posibles derrames o vertidos durante el almacenamiento o el trasvase de productos peligrosos, evitando así la contaminación de acuíferos.

La empresa de Caldas de Reis los tenía instalados, pero "el agua aportada por los bomberos en la extinción del incendió superó la capacidad de contención de estos muretes, por lo que llegó más fácilmente al río el vertido tóxico", ha expuesto José Luis Camiña López.

Este químico ha reconocido que el día 21 de julio en la empresa se realizó un simulacro ante un supuesto igual que el que ocurrió un mes después, y admitió que, aunque aquel día los trabajadores intentaron sofocar el fuego por sus propios medios, les fue imposible por lo que decretó el desalojo de la planta y avisaron a los bomberos.

EXPERTO DE AZNALCÓLLAR

También ha comparecido ante el juez titular del Juzgado de lo Penal número uno de Pontevedra el responsable de tratamiento de aguas de Brenntag, que ha citado en su extenso currículum su participación en la solución del desastre ecológico de Aznalcóllar producido por un vertido de residuos tóxicos en el Parque Natural de Doñana, en Andalucía.

Este experto trabajador de Brenntag ha subrayado el trabajo que hizo su empresa para evitar los daños del vertido. Tanto ha insistido en esta línea argumental que el juez, visiblemente incómodo, le ha interrumpido para advertirle: "Ya sé que Brenntag lo hizo muy bien después de la catástrofe ecológica". A continuación le pidió que se ciñese a los hechos que se estaban juzgando.