BARCELONA, 24 Abr. (EUROPA PRESS) -
La ONG Justícia i Pau ha presentado este martes el informe 'El complejo militar-industrial. Un parásito en la economía española', en que critica el lastre que supone la industria militar para la economía española y sus cuentas públicas, y advierte de que eso ha provocado una "burbuja militar".
El informe, presentado en rueda de prensa por Pere Ortega y Camino Simarro, investigadores del centro de estudios de la ONG, subraya que la industria militar española necesita de las ayudas del Estado para sostenerse.
Según los investigadores, se ha generado una burbuja a través de un "creativo mecanismo financiero" iniciado por el Estado en 1996 que ha dejado una deuda acumulada de 37.000 millones al Ministerio de Defensa.
Este mecanismo financiero se basa en créditos concedidos por el Ministerio de Industria a empresas armamentísticas para que desarrollen nuevo armamento y que luego sería comprado por el Ministerio de Defensa.
Según Justícia i Pau, las empresas se niegan a devolver el crédito a Industria --cifrado en 15.000 millones de euros-- hasta que Defensa les pague el armamento, lo que según los investigadores, ha creado un sistema que "oculta la economía real" y trabaja sobre dinero que no existe.
CRÍTICA AL OLIGOPOLIO
El presidente de la ONG, Arcadi Oliveres, ha censurado la existencia de un oligopolio de cuatro grandes empresas armamentísticas con las que los Ejecutivos españoles han intentado crear una industria propia, y ha criticado los precios más elevados que esto supone.
La ONG propone que España rescinda los contratos con estas empresas y compre su armamento fuera, y cree que la reconversión de los trabajadores del sector sería más económica que seguir con la situación actual.
COMPLEJO MILITAR ESPAÑOL
Ortega y Simarro también han argumentado la existencia de un complejo militar español que vincula estrechamente a políticos y altos cargos del Ejército con empresas armamentísticas.
Ponen como ejemplo a los actuales ministro de Defensa y secretario de Estado de defensa, Pedro Morenés y Pedro Argüelles, que habían formado parte respectivamente de las empresas Instalaza y Boeing, han dicho.
