MADRID, 30 Jun. (EUROPA PRESS) -
La Embajada de Irán en Madrid acusó hoy a "algunos medios (de comunicación) y autoridades extranjeras" de "clara injerencia en los asuntos internos del país" por calificar las elecciones celebradas a principios de mes de "pucherazo" o "teatralidad".
Asimismo, afirmó que las acusaciones vertidas por estos organismos demuestran una "animadversión política" y significan un "insulto a la inteligencia del pueblo iraní". En este sentido, la Embajada recordó en un comunicado que los comicios registraron una participación de 85 por ciento, y "en comparación con otras democracias", la evolución de la democracia iraní "es considerada digna de alabanzas".
En este sentido, aseguró que la alta participación "demuestra el entusiasmo y la sabida voluntad de la ciudadanía iraní por participar, influir y afectar en el futuro de su país". Asimismo, la Embajada explicó que el proceso ha sido revisado por "los representantes de los candidatos, catorce personas compuestas por los representantes y observadores del Consejo de los Guardianes, el Ministerio de Interior, la Fiscalía General del Estado y la Organización de Registros".
"También estuvieron presentes en los colegios electorales y los centros ejecutivos de recuento de votos personalidades que localmente son de confianza popular con distintas inclinaciones e ideologías", añade el comunicado, que asegura que esto ha minimizado la posibilidad de fraudes o de irregularidades.
PROTESTAS TRAS LOS RESULTADOS
Por otra parte, reitera que el Consejo de Guardianes es el órgano "legítimo y conveniente" que supervisa esas elecciones y que atiende las protestas de los candidatos, por lo que la única forma de obtener el derecho de los ciudadanos es mediante la ley y no con "actos vandálicos y hostiles que difieren del espíritu de la Constitución del Estado", algo que puede crear inestabilidad e intranquilidad en la sociedad civil.
Por ello, consideró que la "injerencia" de medios y autoridades extranjeros, son "algo totalmente en contra de los principios democráticos y de adecuada actuación internacional". Por lo tanto, la Embajada sugiere que los medios de comunicación y las autoridades occidentales, "que son considerados los promotores de los valores democráticos", "respeten esos varemos y las altas capacidades de la sociedad iraní".
En cuanto a las manifestaciones masivas que han ocupado las calles de Teherán desde que se dieron a conocer los resultados de las elecciones, y que dieron como vencedor al presidente Mahmud Ahmadineyad, entre acusaciones de fraude, la Embajada reconoció que "en base a las leyes nacionales, (...) se permite celebrar cualquier reunión a condición de no portar armas y no ir en contra de los principios islámicos", aunque, recordó "lógicamente debe de celebrarse con el permiso de las autoridades".
En este sentido, afirmó que el Gobierno de Irán "con un máximo esfuerzo" ha permitido manifestaciones pacíficas de protesta, aun que hasta ahora "han asesinado a siete miembros de las fuerzas de orden y han herido otros 400 de los miembros del cuerpo de la Policía", y provocado grandes daños materiales.
Por lo tanto, según el comunicado, se debe de tener en cuenta que el deber principal de cualquier Gobierno es "preservar la seguridad publica y oponerse a los alborotadores y los que prenden fuego y destrozan mobiliario urbanos atacando a los ciudadanos indefensos".
Asimismo, aseguró que las autoridades iraníes han estado en contacto con los manifestantes y en especial con los candidatos a los comicios presidenciales, "promoviendo las vías legales de plantear sus protestas".
En cuanto al presunto asesinato de la joven iraní Neda Agha Soltan, durante una de las manifestaciones, la Embajada aseguró que "el acto y momento de este homicidio no coincide con los altercados", que "la zona donde se ha filmado (el vídeo en el que aparece su muerte) esta lejos del recorrido de las manifestaciones y la munición utilizada no concuerda con el armamento de ninguno de las fuerzas de orden".
Asimismo, las cámaras de vigilancia instaladas en la zona y demás testimonios documentales plantean serias dudas respecto al fin propagandístico y no profesional, según la misión diplomática, "que demuestra una preparación especial por su animadversión deleznable". Las investigaciones al respecto siguen su curso, concluyó.
