IU y UPyD denuncian que chalecos antibalas de los policías "no son aptos" y por eso acaban por comprárselos ellos mismos

Policía Municipal De Madrid
EUROPA PRESS/AYUNTAMIENTO DE MADRID
Actualizado: martes, 18 septiembre 2012 16:39


MADRID, 18 Sep. (EUROPA PRESS) -

Los chalecos antibalas de los policías municipales "no son aptos" al ser "unisex, de talla única, rígidos, incómodos y no los pueden llevar más de una hora", motivos por los que muchos agentes acaban decantándose por comprarse su propio equipamiento, cuyo precio en el mercado ronda los 600 euros, como han denunciado este martes en la comisión de Medio Ambiente, Seguridad y Movilidad tanto IU como UPyD.

La titular del área delegada de Seguridad y Medio Ambiente, Fátima Núñez, ha asegurado que los chalecos "son aptos". Esta prenda policial, incluida en la dotación reglamentaria, se reparte entre todas las unidades policiales "con el número suficiente".

La asignación de los chalecos no se hace de manera individual sino que se lleva a cabo desde las unidades y atendiendo al tipo de servicio. Desde IU han apostillado que no cuentan con chalecos ni los motoristas ni los escoltas.

Por otro lado, Núñez ha añadido que la criminalidad ha bajado en Madrid un 3 por ciento en lo que va de año y un total de 17 puntos desde 2007. A eso se suma que los incidentes con armas de fuego son "muy escasos" en la ciudad.

La portavoz del área de IU, Milagros Hernández, ha criticado a su vez las funciones que ejercen algunos agentes con cierta edad. Y es que, como ha detallado, hay personas con más de 60 años que patrullan las calles mientras otros de 35 ejercen funciones de seguridad en edificios.

En este punto, Núnez ha detallado que el paso a segunda actividad se le ofrece a todos los policías a partir de los 55 años, quienes tienen que elegir voluntariamente su paso a otro tipo de funciones ya que la Administración no puede obligarles.

Los comités de salud sí determinan el paso a tareas más 'tranquilas', como labores administrativas, soporte técnico o vigilancia y custodia de bienes e instalaciones, cuando concurren circunstancias físicas o psíquicas.