MADRID, 4 Abr. (EUROPA PRESS) -
El ex jefe del mando único de la lucha antiterrorista, Francisco Álvarez, condenado a 7 años por el secuestro del empresario Segundo Marey, ha recordado ante el tribunal de la Audiencia Nacional que juzga a su subordinado en los años 80, Miguel Planchuelo, la situación que vivía la Policía en el País Vasco en aquella época. "Nos sentíamos en un coto de caza y nos sentíamos los conejos", ha dicho.
Álvarez, que ocupó también el cargo de jefe superior de policía de Bilbao, ha explicado en su declaración como testigo que su relación con Planchuelo era "jerárquica, de compañeros y también de amigos". "Estar allí une mucho", ha dicho.
El cargo policial ha alabado reiteradamente a Planchuelo, al que ha calificado como un profesional competente. "Yo aprendía de Planchuelo, sabía de terrorismo cien veces más que yo", ha dicho.
AUTORIZÓ EL TRASLADO DE LOS MERCENARIOS
Ha añadido que fue él y no Planchuelo quien autorizó la contratación en Portugal de tres 'mercenarios' pero ha especificado que el objetivo era desarrollar una red de informadores en Francia. Ha recordado que el ex jefe de Información no estaba en Bilbao en aquel momento y ha agregado que le comunicó su decisión posteriormente.
Planchuelo se enfrenta a una petición de penas de 114 años de prisión realizada por la Acusación Popular contra los GAL por la comisión delitos de pertenencia a banda armada y seis de asesinato en grado de tentativa como instigador de los ataques con armas de fuego cometidos contra los bares 'Batxoki' y 'La Consolation' en Francia en 1986.
Álvarez ha negado haber tenido conocimiento de estas acciones y ha indicado que incluso pensó que los servicios de policía de Bilbao "habían sido objeto de una trampa". A la pregunta de si fue él quien mandó cometer los atentados Álvarez ha respondido: "ni lo ordené ni tenía competencias para ordenarlo".