El JEMAD aboga por que la OTAN aborde con "exquisito equilibrio" el ingreso de Georgia y Ucrania para no alarmar a Rusia

Actualizado: miércoles, 29 abril 2009 20:18

Asegura que "la historia ha demostrado" que la fuerza militar por si sola "no puede" solucionar un conflicto y recuerda la experiencia de Napoleón

MADRID, 29 Abr. (EUROPA PRESS) -

El jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), general del Aire José Julio Rodríguez Fernández, aseguró hoy que la OTAN debe abordar "con exquisito equilibrio" la decisión sobre la incorporación de nuevos países de Europa del Este como Georgia y Ucrania para conseguir, al mismo tiempo, cumplir "las expectativas" de dichas naciones "sin provocar la alarma" en otros países, como es el caso de Rusia, opuesta a la ampliación.

En el ciclo de conferencias organizado en Madrid por la Asociación Atlántica Española con motivo del sexagésimo aniversario de la OTAN, el jefe de la cúpula militar española afirmó que la ampliación del organismo multinacional a los países de Europa del Este "se ha convertido en un asunto mucho más complejo" y recordó que, aunque Rusia "no ha sido en absoluto una amenaza para la OTAN" desde la caída de la URSS, sus dirigentes y su población son "especialmente sensibles" con las cuestiones que afectan a su seguridad.

"Por esto, pese que algunos Estados del espacio soviético como Georgia y Ucrania aspiran a formar parte de la Alianza Atlántica, la decisión sobre su ingreso tendrá que mantener un exquisito equilibrio que pueda satisfacer las expectativas de unos sin provocar la alarma en los otros", indicó, en clara alusión a Rusia, que rechaza la incorporación de ambos países a la OTAN.

El jefe de la cúpula militar aseguró que la nueva estrategia de la OTAN "coincide" con la de Estados Unidos en la apuesta por un enfoque "integral", en el que el esfuerzo militar se completa con el civil, y recordó que Napoleón "pasó más tiempo negociando, acordando y legislando" que en el campo de batalla, salvo en el caso de España.

En este sentido, el general afirmó que "la historia ha demostrado que lo militar por sí solo no puede ser la solución a un conflicto, aunque casi siempre sea una parte de la solución" y explicó que la "nueva estrategia" de la Administración que preside Barack Hussein Obama permite vislumbrar "una nueva forma de enfocar las operaciones militares en el exterior".

El JEMAD indicó que el "argumento principal" de ese nuevo enfoque es que "la acción militar es sólo una parte de la acción contra cualquier conflicto", integrada "en un esfuerzo conjunto con organizaciones civiles y, sobre todo de los actores locales". "La estabilidad sólo se alcanza con instituciones locales legítimas que controlen unas fuerzas de seguridad legítimas y eficaces", señaló.

Tras considerar que la reincorporación de Francia a la estructura de mando de la Alianza es "una excelente noticia" y ha permitido "revitalizar" la Alianza cuando cumple 60 años, el general Rodríguez Fernández indicó que "la actuación" de la comunidad internacional en Afganistán "refleja perfectamente lo que puede ser el futuro para la Alianza".

AFGANISTÁN, "INESTABILIDAD ENDÉMICA"

El JEMAD incidió en que este país se encuentra en "una situación de inestabilidad endémica" y que "ha terminado por facilitar la acción de grupos terroristas que han atacado con siniestra eficacia el corazón de Nueva York, Londres o Madrid". "En un mundo global, los escenarios son también globales. Sin embargo, la necesidad de actuar en cualquier lugar del planeta pone de manifiesto la dificultad de una acción coordinada", explicó.

Sobre las relaciones entre la Unión Europea y la OTAN, el JEMAD apostó porque ambas instituciones colaboren en materia de seguridad y defensa y aseguró que "las ventajas" de la Unión Europea "palidecen" ante las "capacidades" que posee la Alianza Atlántica, cuyos procedimientos y estructuras están probados desde hace décadas.

Señaló además que la Alianza Atlántica debe avanzar para conseguir unas fuerzas "más flexibles" y para acabar con la "hipertrofia" que padece entre sus grandes capacidades de mando y control frente a la menor disponibilidad de fuerzas desplegables en operaciones de mantenimiento de la paz. Por último, apostó por una Alianza Atlántica situada en la "continuidad del cambio", para adaptarse así a la nueva situación de seguridad con retos globales que afrontar.