El juicio contra la residencia Marbel por supuesto maltrato a ancianos se reanuda mañana

Actualizado: domingo, 25 noviembre 2007 19:13


GIJÓN, 25 Nov. (EUROPA PRESS) -

El juzgado de lo Penal número 2 de Gijón acogerá mañana, a las 11.00 horas, la reanudación del juicio de la residencia de ancianos Marbel, según un informe al que accedió Europa Press. La residencia fue cerrada en 2005, a raíz de la denuncia de una ex trabajadora y la Asociación de Personas Mayores Les Mariñes, de Quintueles, quienes llegaron a afirmar que algunas de las personas mayores eran dejadas durante horas en el interior de una furgoneta, en el parking del supermercado Oblanca.

El juicio se había suspendido en octubre debido a la ausencia de una testigo por una convalecencia hospitalaria, familiar Vicente Peralo, al que, según la denuncia, lo tenían siempre en un sillón.

La acusación particular pide para los responsables de la residencia, dos hermanas y sus padres, una pena de tres años y medio de prisión por los delitos de maltrato y abandono.

Por su parte, la Fiscalía no presentó cargos al sobreseer el caso, tras no apreciar ninguna irregularidad que pueda ser sancionada penalmente, aunque no descarta que sí la haya desde el punto de vista administrativo. La defensa mantiene la inocencia de sus clientes.

Durante la última vista oral del juicio declararon diez personas, en su la mayoría residentes o familiares de éstos. Los testimonios, aunque en ocasiones no fueron claros al tratarse de personas mayores y que han pasado más de dos años desde que sucedieron los hechos, coincidieron en decir que el trato de los regentes de la residencia, un matrimonio y sus dos hijas, era "exquisito".

También se desmintió que hubiera restricción de horarios de visita o que estuviera limitado el acceso a algunas zonas de la residencia, un chalet de planta baja con jardín. Asimismo, aunque no quedó claro el número exacto de residentes, sí se constató que había más de lo solicitado en el permiso de apertura de la residencia.

A este respecto, los gerentes habían pedido autorización para siete personas, distribuidas en una cama triple, dos dobles y dos individuales. No obstante, el garaje fue reformado para acoger otra habitación triple.

Otro de los testigos que declaró ese día fue el encargado del supermercado Oblanca, a donde se supone llevaban en furgoneta a los ancianos. El hombre indicó que había visto en el parking en dos ocasiones la furgoneta con los mayores dentro, pero que no le dio más importancia hasta después de que saliera a la luz pública la denuncia.

Asimismo, en la primera sesión declaró una ex empleada de la residencia. Ésta mantuvo su acusación de que había malos tratos en la residencia. También unas empleadas del supermercado dijeron que los ancianos pasaban horas en la cafetería, y que llegaron a beber agua de los ceniceros.