MADRID, 30 Oct. (EUROPA PRESS) -
El magistrado del Tribunal Constitucional (TC) Enrique López ha afirmado este miércoles, al ser preguntado por un posible trato de favor de la Infanta Cristina en la instrucción del "caso Nóos", que en España no se trata de forma favorable a nadie por ser quien es. "No creo que haya ningún juez que haga trato de favor -ha dicho-. Creo en la igualdad de trato y no veo ningún motivo para pensar lo contrario".
López se ha referido a este asunto durante un encuentro con medios de comunicación organizado por la Asociación de Informadores y Comunicadores Jurídicos (ACIJUR) y la editorial La Ley, donde ha hablado también a las críticas que sufrió desde diversos ámbitos cuando fue inicialmente propuesto por el Senado para ocupar el puesto que actualmente ocupa en el tribunal de garantía.
"Permanecí inerme, sin decir nada, y soporté lo que se decía de mí en determinados medios de comunicación porque yo no formaba parte de la polémica", ha dicho el magistrado, señalando que es ahora cuando les contesta mediante su quehacer diario en este órgano.
SU PAPEL DE PORTAVOZ
Por otra parte, López ha reinvindicado la relación fluida que mantenía con los periodistas durante su etapa de portavoz del Consejo General del Poder Judicial, por creerla necesaria para explicar a los ciudadanos la labor de los jueces españoles. "Entrar en el debate político era mi obligación y sé que ello molestaba al poder político en ese momento", ha reconocido, para añadir que se trataba de defender a los jueces y evitar que estos entraran en la batalla política.
El magistrado del TC ha evitado entrar en otros temas de actualidad, como el de la competencia de la Audiencia Nacional para investigar el espionaje de EE. UU, los recursos en el TC sobre la ley de tasas o las consecuencias de la Ley de Demarcación y Planta, cuyo debate ha dicho que deberá ser resuelto por sus responsables, en este caso el Ministerio de Justicia.
Sobre la propuesta del PSOE para que la Audiencia Nacional entienda de todos los casos de corrupción, López ha defendido la vigencia de este órgano "porque ha demostrado que trabaja con un alto grado de especialización en su respuesta judicial.
Ha apuntado que habría que establecer, en función de dicha propuesta, qué delitos y qué circunstancias corresponderían a este órgano, ya que conocer de todos los cohechos o prevaricaciones que se producen en España supondría "paralizarlo".
Finalmente, ha negado que el Tribunal Constitucional sea un órgano politizado, si bien ha reconocido que, al valorar diversos asuntos que afectan a la Constitución, es indudable que la naturaleza del mismo es "política", si bien este término no hay que tomarlo en sentido peyorativo.
