Margallo defiende un diálogo como en el 78 para "encajar" a las distintas nacionalidades y regiones en España

José Manuel García Margallo
CONGRESO
Actualizado: martes, 23 octubre 2012 20:18

MADRID, 23 Oct. (EUROPA PRESS) -

El ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, ha defendido la apertura de un diálogo para "encajar" a las distintas "nacionalidades y regiones" en España, como se hizo en 1978.

Pero ha apuntado que la Constitución de 1978 es un "pacto democrático que votó la nación española" de manera que cualquier cambio de la Carta Magna será algo que tendrá que decidir todo el país pues "lo que se decidió en democracia plena en democracia plena se debe resolver".

Así se ha expresado en la sesión de control al Gobierno en el Senado, en respuesta a una pregunta del senador del PNV Iñaki Anasagasti sobre la valoración que el Ejecutivo hace del acuerdo alcanzando entre el Reino Unido y Escocia para la celebración en 2014 de un referéndum de independencia en el segundo territorio.

Después de que el senador manifestara ver al Gobierno "muy pendiente" de lo que ocurre en Escocia y elogiara el aval al referéndum de Escocia del 'premier' británico, David Cameron, el ministro ha subrayado que esa consulta se hará tras tener autorización del Parlamento británico porque, de lo contrario, sería "nulo".

García-Margallo ha remarcado que el derecho de secesión no está reconocido en ninguna Constitución de los países de la UE ni lo justifica tampoco el derecho internacional público. Ni la Carta de Naciones Unidas, ni el Pacto Internacional de Derechos Políticos ni el de Derechos Económicos "hace primar la secesión de un Estado respecto del principio de integridad territorial", ha destacado.

En relación con Escocia, el ministro ha asegurado que si triunfa la opción de la independencia en 2014 este territorio quedaría automáticamente fuera de la UE y "tendría que ponerse a la cola" si quisiera formar parte del club europeo.

Su futuro ingreso, ha añadido, estaría supeditado a que todos los miembros de la UE, de forma unánime, votaran primero a favor de concederle el estatus de candidato, cerraran después cada uno de los capítulos de negociación y finalmente aprobaran su acta de adhesión, que tendrían que ratificar posteriormente.

El ministro no ha aclarado en qué sentido votaría España en esos eventuales escenarios aunque con anterioridad ha explicado que la posición del Gobierno no es contraria a la independencia de un territorio de otro si esa secesión se hace de manera pactada con el Estado de origen.