MADRID, 31 Oct. (EUROPA PRESS) -
El portavoz del Grupo Popular en el Congreso, Eduardo Zaplana, acusó hoy al Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero de caer "en el mismo error que el franquismo" al intentar "imponer una memoria única y oficial" con la conocida como Ley de Memoria Histórica. Además, insistió en que esta norma no sólo "dilapida" la Transición sino que con ella se "tira el trabajo generoso y eficaz" de los dirigentes socialistas que en esa época prestaron un gran servicio a la democracia.
Zaplana lanzó estas acusaciones desde la tribuna del Congreso, donde subió para explicar por qué su grupo se opone a esta norma y desde la que provocó algunos de los momentos más tensos del debate del dictamen aprobado por la Comisión Constitucional.
El dirigente 'popular' basó la "firme oposición" del PP en que la ley "rompe la herencia del consenso de la Transición", busca "deslegitimarla" y, además de innecesaria, es "claramente perjudicial para la convivencia nacional". A su juicio, el impulso de la Ley de Memoria demuestra que el Gobierno está "obsesionado por el revisionismo", quiere "liquidar la esencia de la Transición" buscando la "división" y es incapaz de mirar al futuro.
ZAPATERO CULMINÓ LAS COMPENSACIONES EN EL 99.
Zaplana, quien recordó que su formación siempre ha apoyado las reparaciones a las víctimas impulsadas en los últimos años, echó mano de unas declaraciones del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero Zapatero en 1999 dando por "culminado el proceso de reconciliación" con la aprobación de una de estas normas, para reprocharle que, en cuanto llegó al Gobierno, cambiase de opinión.
En este contexto, proclamó que "la mejor Ley de Memoria histórica sigue siendo la Constitución que encarnó el abrazo de todos y para todos" y equiparó el comportamiento del PSOE con el del régimen anterior: "Quieren imponer una memoria única y oficial que fue una de las cosas que más criticamos al franquismo, caen en el mismo error", sentenció el portavoz popular.
Además, citó como otro de los objetivos de la ley intentar identificar con el franquismo a quienes no la apoyan. Precisamente para poder dar esa impresión es por lo que el PSOE no ha aceptado las enmiendas de su grupo destinadas a mejorar las compensaciones a los presos del franquismo.
"¿ES FRANQUISTA GONZÁLEZ POR NO HABER HECHO ESTA LEY?".
También recordó que ni el PSOE cuando gobernó, ni el PCE, cuando tenía 20 diputados, reclamaron una norma de este tipo, sencillamente porque no era necesaria. "¿Acaso se les puede acusar de franquistas por no haberlo hecho", preguntó, tras denunciar que el texto "hace muy poco por las víctimas", pero sí se vuelca "en atender a los terroristas".
Asimismo, subrayó que hasta ahora nadie había impedido que los familiares buscasen los restos de su fusilados, no se había utilizado "políticamente el justo dolor de los familiares, ni se había usado "las fosas de la guerra como un instrumento de propaganda política".
Otro de los motivos que, según Zaplana, no llevó al PSOE a aprobar una ley de estas características durante sus primeros gobiernos, reside en que habrían tenido de revisar su propia historia familiar. De hecho, recalcó que aún hoy en las filas socialistas y "dentro y fuera de hemiciclo" hay que "por su pasado familiar" sienten "mucho más apuro por esta ley" del que genera en el PP. "Pero no voy a cometer la indiscreción de dar nombres", apuntó.
Durante su intervención Zaplana revolvió a la bancada socialista al citar, entre otras las llamadas a la reconciliación realizadas por Manuel Azaña, Indalecio Prieto y Julián Besteiro. El alboroto generado obligó incluso al presidente del Congreso, Manuel Marín, a llamar al orden a la dirigente socialista Carmen Hermosín.
"No me gusta lo que oigo, pero lo respeto, ésa es la base", espetó Marín a Hermosín. Pero la frase fue malinterpretada por los 'populares' que respondieron con gritos hacia la Presidencia, cuyo titular tuvo que aclarar que no se refería a las palabras de Zaplana. "No quiero guirigay esta mañana", rogó el presidente.