El mosso acusado de golpear a un detenido y obligarlo a desnudarse dice que "se tropezó" al bajar del furgón

El agente de los Mossos d'Equadra acusado de golpear y obligar a desnudarse íntegramente a un detenido, aseguró hoy que el joven, Saad T., "se tropezó" al bajar del furgón --en el que se le trasladaba de la comisaría de Ciutat Vella a la de Les Corts-- y cayó hacia adelante, dándose de cabeza con un armero.

La tarde del 3 de marzo de 2006 el agente acusado, que trabaja en el Área de Custodia de Detenidos de Les Corts, recibió la orden de conducir a varios detenidos de Ciutat Vella, entre los que se encontraba la víctima. Saad T. había sido detenido por increpar a un agente que iba de paisano en la Plaza Real de Barcelona.

La víctima explicó hoy en el juicio en la Audiencia de Barcelona que estaba tomando algo en una terraza cuando empezó a discutir con dos personas que "le habían mirado". Los agentes de paisano aseguran que les llamó "fachas" porque uno de ellos vestía con una chaqueta verde militar con una bandera alemana.

Al intentar "dialogar" con él, el joven se puso nervioso y quiso "tirarles una silla", por lo que procedieron a su detención y lo llevaron a la comisaría de Ciutat Vella.

El agente acusado, encargado de trasladarlo desde la comisaría de Ciutat Vella, explicó que Saad T. se mostró "agitado durante todo el trayecto" --aspecto que confirmó su compañera-- y se negó a bajar al llegar al destino. Mientras él y otro agente le insistían, de repente, tropezó y cayó al suelo desde poco más de medio metro, provocándose una herida al golpearse con un armero.

"Igual hice el gesto de cogerle o intentar ayudarle a bajar", comentó el acusado a preguntas de la fiscal. Otro agente presente confirmó la versión, pero admitió que no pudo ver "claramente" si le cogía o no.

Sin embargo, la víctima explicó hoy que, si bien es cierto que estaba nervioso porque no entendía su detención, ya en la comisaría de Ciutat Vella le obligaron a entregar sus pantalones, porque tenían un cordón.

Desde ese momento, incluido el traslado, asegura que estuvo en calzoncillos y que fue por eso que no quería bajar del furgón. "Los otros detenidos se rieron de mi", apuntó. El joven explicó que, ante su negativa, el agente acusado se subió al furgón y le obligó a bajar por la fuerza. Como iba esposado, explica, no pudo evitar el golpe en la cabeza.

Saad T. renunció en un primer momento a un médico porque quería que le viera "un juez". Se procedió entonces al registro. Como no se dejó cachear, según los mossos, decidieron utilizar otro procedimiento, alejándose de él y solicitándole que les fuera dando todas las prendas una a una. Aseguran que en ningún momento le obligaron a sacarse los calzoncillos y que en ningún caso le golpearon con la porra y que, en todo caso, fue él quien no quiso volver a ponerse los pantalones.

Por su parte, la víctima explica que, como ya iba en calzoncillos, le pidieron que se los sacara. Al resistirse le propinaron varios golpes con la porra, hasta que finalmente quedó completamente desnudo. Más tarde le trasladaron a un hospital para que le curaran la herida de la cabeza.

Cuando, al día siguiente de los hechos Saad T. quedó en libertad, fue al hospital y un familiar le hizo varias fotografías con los moratones que tenía en el cuerpo, que también fueron publicadas en la prensa.

La Fiscalía solicita un año y seis meses de cárcel por un delito contra la integridad moral y de un delito de lesiones, dos años de suspensión de empleo y que indemnice a la víctima con 925 euros. El juicio se suspendió hasta el día 4 de mayo por la incomparecencia de dos testigos, entre ellos la pareja de la víctima, que presenció la detención.