Múgica destaca "el papel garantista y la agradable servidumbre" de su institución, a la que "cada vez se hace más caso"

Actualizado: lunes, 22 junio 2009 21:18

El valedor do Pobo condena el atentado de Arrigorriaga y ve necesario que todos los defensores "se pongan al lado de los más vulnerables"

SANTIAGO DE COMPOSTELA, 22 Jun. (EUROPA PRESS) -

El defensor del Pueblo, Enrique Múgica, destacó hoy el "papel garantista" y la "agradable servidumbre" que caracteriza a la institución que lidera y a las demás defensorías autonómicas, a las que "cada vez se hace más caso".

En la inauguración de las jornadas conmemorativas del vigésimo quinto aniversario de la Ley del Valedor do Pobo de Galicia, que se celebran en el Parlamento de Galicia bajo el lema 'Creando un espacio para la defensa de los derechos', Múgica explicó que estos altos comisionados sirven para "defender" los derechos de los ciudadanos frente a las administraciones.

"Es nuestro servicio", resumió al detallar que su función es defender a los ciudadanos que "ven maltratados sus derechos, aunque sin contenido suficiente para acudir a los tribunales". En este sentido, enfatizó que tienen "cada vez una posición más pujante".

Por su parte, el valedor do Pobo de Galicia, Benigno López, participó también en el acto de inauguración de las jornadas subrayando lo que tiene de "molesta" la institución que representa para los gobiernos, por su papel "fiscalizador".

CUARTO DE SIGLO

López recorrió el cuarto de siglo del Valedor para evidenciar su evolución desde "una primera etapa dubitativa durante la Transición", hasta su "consolidación" como figura de "control dotada de una gran 'auctoritas' derivada de su objetivo e imparcial funcionamiento".

Estos mismos factores, según el Valedor do Pobo, llevaron al alto comisionado a ver "incrementado" su "prestigio" ante la sociedad, al tiempo que lo convirtieron en un "potencial enemigo" de los poderes públicos.

Por último, aprovechó para recordar a sus predecesores, el fallecido José Cora y José Ramón Vázquez Sandes, que se encontraba presente en un acto al que asistieron los defensores de todas las autonomías de España y la presidenta del Parlamento gallego, Pilar Rojo.

La jefa del Legislativo entendió que las quejas recibidas en la oficina del Valedor constituyen "una radiografía sumamente fiable de la realidad social", por lo que defendió que atender a sus resoluciones "no es sólo una obligación legal, sino una responsabilidad moral de los gobernantes".

Finalizó su intervención animando a los presentes a "ejercer como embajadores jacobeos en su lugar de procedencia" de cara al Año Santo de 2010 e invitándoles a "volver a Santiago y a Galicia como peregrinos o como visitantes". "Ninguna de estas dos posibilidades defraudará sus expectativas", concluyó Pilar Rojo.

CONDENA AL ATENTADO

Las intervenciones del defensor del Pueblo y del valedor do Pobo comenzaron con una condena al atentado terrorista del pasado día 19, que acabó con la vida del inspector jefe de la Policía Nacional Eduardo Puelles en Arrigorriaga y con la evidencia de que es necesario que todos los defensores "se pongan al lado de los más vulnerables".

"Queremos manifestar nuestra más firme repulsa ante los actos de unos delincuentes comunes que vienen haciendo del terrorismo su profesión y su auténtico medio de vida, y que atacan día a día a las personas por las que nuestras instituciones tienen la obligación de luchar", sentenció Benigno López, quien aprovechó también para trasladar su "solidaridad" a los cuerpos de seguridad del Estado.

A mayores, Enrique Múgica recordó la celebración de los recién cumplidos 20 años del Ararteko --Defensor del Pueblo en Euskadi-- para señalar que "algo ha cambiado". Para él, el atentado de ETA, las palabras de la viuda de Puelles y las declaraciones del lehendakari, Patxi López, son la "confirmación" de que "efectivamente, algo ha cambiado" y "también va a cambiar en España".

"El hecho de que haya un Gobierno del PSOE sostenido por el PP me causa una profunda emoción", señaló, puesto que entendió esta cuestión como "la significación de que algo va a cambiar en España". Así, auguró que "llegará un momento en que la injuria y la descalificación se sustituirán por la cooperación y la colaboración entre todos".