La mujer acusada de matar a su marido en San Martín del Rey Aurelio en 2010 acepta dos años y medio de prisión

Actualizado: viernes, 14 diciembre 2012 13:36

OVIEDO, 14 Dic. (EUROPA PRESS) -

La mujer acusada de matar a su marido en San Martín del Rey Aurelio (Asturias) en mayo de 2010 ha aceptado este viernes dos años y medio de prisión por un delito de lesiones en concurso ideal con otro de homicidio por imprudencia grave, con las atenuantes de arrebato y de reparación de daño.

Fiscalía y defensa alcanzaron un acuerdo que evitó la celebración de la vista oral, por el que la mujer reconoció los hechos y aceptó la pena solicitada por el Ministerio Público, que considera que la acusada, que permaneció en prisión provisional desde el 31 de mayo de 2010 hasta el 8 de julio de ese mismo año, no tenía intención de acabar con la vida de su esposo.

Sobre las ocho y cuarto de la tarde del 28 de mayo de 2010, la acusada M. R. M. L. se encontraba en el domicilio conyugal, en San Martín del Rey Aurelio, cuando llegó su marido, J.A.P.F., en estado de embriaguez y comenzó a insultarla a gritos. La acusada consiguió que se fuera de la vivienda.

Más tarde, sobre las nueve y media de la noche, el hombre regresó a la casa, estando aún más ebrio, y comenzó a gritar "sois unos hijos de puta, unos cabrones y unos vagos", refiriéndose a su esposa y a sus dos hijos, por lo que la acusada le dijo que la dejara tranquila y se fuera para la cama.

Sin embargo, él no lo hizo, iniciándose entre ambos una discusión y un forcejeo. En el transcurso del mismo, la acusada cogió un cuchillo de cocina de 13 centímetros de longitud y 2,5 centímetros de ancho, de filo monocortante, lo dirigió hacia J.A.P.F. y le asestó una puñalada en la región torácica izquierda, entre la línea axilar media y externa a nivel de la quinta y sexta costilla, que le produjo una herida incisa penetrante de 2 centímetros de longitud que le ocasionó la muerte a las diez y veinte de la noche.

La acusada, al ver la herida que presentaba su marido, procedió inmediatamente a socorrerle y ordenó a uno de sus hijos que llamase al centro de coordinación de emergencias. La acusada llegó a coger el teléfono mientras auxiliaba a su marido, a fin de solicitar ayuda urgente.

El fallecido presentaba una concentración de 1,83 gramos de alcohol etílico en sangre y 2,13 gramos por litro de alcohol etílico en humor vítreo.

Según informa Fiscalía, la acusada "actuó impulsada por el acaloramiento y la impotencia sufrida por los insultos y vejaciones de los que estaba siendo objeto en ese momento por parte de su marido, lo que le redujo sensiblemente su capacidad para decidir libremente". Los hijos del matrimonio renunciaron a toda indemnización que pudiera corresponderles por los hechos.