Los nuevos ministros prometen sus cargos y toman posesión de sus carteras de manos de sus predecesores

Actualizado: martes, 10 julio 2007 2:01


MADRID, 10 Jul. (OTR/PRESS) -

Los tres nuevos ministros del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, así como la veterana Elena Salgado que cambia de cartera, juraron ayer sus cargos ante el Rey Don Juan Carlos en el Palacio de la Zarzuela, en presencia del jefe del Ejecutivo y del ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, en calidad de notario mayor del Reino. Tras prometer el cargo sobre una edición facsímil de las Cortes Generales de 1980 abierta por el artículo 100, título IV -sobre el Gobierno y la Administración- traslado en coche a sus respectivos ministerios, toma de posesión de sus respectivas carteras y discurso para fijar las líneas maestras de lo que será su política en los ocho meses que quedan hasta la convocatoria de elecciones generales en marzo de 2008.

Junto al texto constitucional, un crucifijo y una Biblia de 1791 mostraba el Libro de los Números en su capítulo 30, donde se trata el voto y el juramento. Uno a uno los tres nuevos ministros del Gobierno de Zapatero, Carme Chacón, Bernat Soria y César Antonio Molina, además de la 'repetidora' Salgado fueron prometiendo sus cargos ante los Reyes, Zapatero y Bermejo. Una vez tomada la foto de familia, cada uno de ellos se trasladó hasta su respectivo Ministerio, en una serie de actos que se organizaron de forma sucesiva para que la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, pudiera asistir a los mismos.

La primera en tomar la cartera de manos de su predecesora fue Carme Chacón que agradeció a María Antonia Trujillo los consejos que le ha dado para dirigir el Ministerio de Vivienda. "Quiero que el precio de la vivienda no trunque un sólo proyecto de vida personal", sentenció, reconociendo el reto "enorme", pero "urgente" que suponen sus palabras. Para ello, Chacón apeló a la unidad de las administraciones y de los agentes del sector, ya que "la necesidad de acceder de manera adecuada a una vivienda excede por completo a los colores políticos y las opciones partidistas". "España está esperando que todos arrimen el hombro con el mismo objetivo", proclamó.

Poco después tomaba la cartera de Sanidad de manos de Salgado el científico e investigador Bernat Soria, que aseguró que abrirá las puertas a "todos los que vengan a hacerme propuestas que mejoren la salud, la calidad de vida y el bienestar de los pacientes". Además, reiteró su apuesta por la innovación y la investigación, pues "es lo que nos defiende de lo que desconocido y desde este Ministerio voy a promover las políticas de investigación y desarrollo para que generen más bienestar, para que generen más salud, para que generen más riqueza, para que generen más puestos de trabajo, porque todo eso también es salud y calidad de vida".

DOS MINUTOS DE MINISTRO

Minutos antes de mediodía recibía el portafolios de Cultura César Antonio Molina, de la mano de Carmen Calvo, para quien tuvo palabras de reconocimiento. "Ella se ha vuelto a inventar un Ministerio que durante ocho años no existía, había que volver a recuperar esa idea de la cultura que había desaparecido del mapa", señaló. Tras ensalzar la cultura española "universal, no de provincias" y el papel de la lengua castellana -"cuarta lengua en número de habitantes y la segunda en la comunicación universal"- Molina pidió un poco de paciencia a los periodistas que reclamaban una declaración de intenciones, pues "llevo tres años viajando por el mundo y ahora hay que estudiar los temas, aunque conozca los más urgentes. Con dos minutos de ministro no da para más".

La última en tomar la cartera fue Salgado, que más bien cambio la de Sanidad por la de Administraciones Públicas, que tomó de manos de Jordi Sevilla. La ministra planteó como retos para estos ocho meses la continuación del proceso estatutario en un momento "particularmente apasionante del proceso de configuración de nuestro modelo de Estado", comprometiéndose a "atender los procesos de reforma que ya se han iniciado y la puesta en práctica efectiva de lo que los nuevos estatutos implican". Para ello, abogó por la negociación y el diálogo, con un objetivo, "conseguir variar a mejor la relación de la Administración con los ciudadanos".