PP-A estudia denunciar a Pizarro le exige que pida disculpas a Arenas

Actualizado: jueves, 10 julio 2008 21:12


SEVILLA, 10 Jul. (EUROPA PRESS) -

El secretario general del PP-A, Antonio Sanz, anunció hoy que los servicios jurídicos de su formación están estudiando denunciar ante los tribunales al secretario de Organización del PSOE-A, Luis Pizarro, por llamar al presidente del PP-A, Javier Arenas, "matón de discoteca", por lo que le exigió que le pida disculpas ante tal descalificación.

En declaraciones a Europa Press, Sanz consideró "inaceptable" y "nada democrático" el comportamiento del PSOE-A, tanto por el "insulto" proferido hoy a Arenas como por el comportamiento de la formación durante la convocatoria de la Diputación Permanente, "donde el portavoz parlamentario del PSOE, Manuel Gracia, dijo que en referencia a Arenas: qué poca vergüenza".

En esta línea, el secretario general del PP-A dijo que ambas descalificaciones demuestran el "nerviosismo" del PSOE ante "la evidencia de corrupción urbanística en Estepona (Málaga), que ha manchado a su partido y que le tiene al borde de la histeria".

"El PSOE tiene mucho que ocultar y su nerviosismo está desbordado", añadió Sanz, quien dijo que el PSOE "ha perdido los papeles", motivo por el que le instó a que "los recupere y deje de insultar al presidente del PP-A".

Asimismo, Sanz quiso recordarle a Pizarro que "él no estuvo presente" en la jornada de Diputación Permanente, por lo que le aconsejó que "antes de meter la pata, se informe". "El único insulto que se produjo fue el lanzado por Gracia y la única intervención de Arenas tuvo lugar en un turno por alusiones para corregir inexactitudes y juicios de valor realizados", apostilló.

Por último, aseguró que "en ningún momento las palabras de Arenas estuvieron fuera de tono ni significaron ningún insulto para el PSOE, como sí han hecho ellos".

El secretario de Organización del PSOE-A, Luis Pizarro, acusó hoy al presidente del PP-A, Javier Arenas, de tener un discurso de "matón de discoteca" con el que representa una política de "vender baratijas", después de su intervención en la Diputación Permanente del Parlamento, que tildó de "lamentable".