SEVILLA, 15 Abr. (EUROPA PRESS) -
La dirección regional del PSOE discrepa de la percepción del presidente de la Comisión Constitucional del Congreso y diputado socialista por Sevilla, Alfonso Guerra, sobre la existencia de un "exceso de andalucismo" en la política andaluza que propicia la aparición de "figuras mesiánicas". El PSOE-A defiende la "realidad nacional" de Andalucía y sostiene que ello no supone renunciar al ideario tradicional del partido, que sigue manteniendo la solidaridad y la igualdad "por encima de cualquier otro principio".
El secretario de Organización del PSOE-A, Luis Pizarro, expresó su "total respeto" a Alfonso Guerra "y a todo lo que ha representado en la historia de nuestro partido", pero dejó claro que no coincide con su análisis, ya que defendió la necesidad de asumir "los cambios producidos durante 25 años de experiencia autonómica, que han significado un avance radical para zonas como Andalucía".
En una entrevista concedida a Europa Press, Pizarro defendió que el PSOE debe contribuir a que la reforma del Estatuto refleje el hecho de que "los andaluces se identifican con la autonomía y valoran la descentralización administrativa y política que han significado los últimos 25 años", aunque puso de manifiesto que ello no significa que "en el partido hayamos renunciado a los principios fundamentales del ideario socialista".
"Somos conscientes de que ahora es necesario renovar y adecuar la reforma del Estatuto de Autonomía a la sociedad y a los problemas actuales, pero seguimos siendo un partido donde la solidaridad y la igualdad están por encima de cualquier otro planteamiento", subrayó el número del PSOE-A, que insistió en que el partido no puede permanecer "ajeno" a los cambios producidos en los últimos 25 años.
"SER HETERODOXOS Y NO DOGMÁTICOS"
En este sentido, Pizarro apostó por "ser heterodoxos y no dogmáticos" para dar "respuesta a esta nueva situación", aunque reiteró con insistencia que el PSOE no ha renunciado a principios "básicos" como la igualdad y la solidaridad entre todos los territorios.
Pese a distanciarse de las tesis de Guerra, el PSOE ya criticó la semana pasada, a través de su portavoz parlamentario, Manuel Gracia, que el PA pretenda convertir la Cámara autonómica en el "Tribunal de la Santa Inquisición" y a su secretario general, Julián Alvarez, en un "nuevo Torquemada" para censurar "el ejercicio de la libertad de expresión" por parte del presidente de Alfonso Guerra, cuya comparecencia ha solicitado para explicar sus manifestaciones sobre el "exceso de andalucismo" en la política andaluza.
Respecto al rechazo de Guerra al reconocimiento de la "realidad nacional" de Andalucía propuesto por el PSOE para el preámbulo del Estatuto, el dirigente socialista defendió que esta fórmula "obedece precisamente a la idea de profundizar en la experiencia autonómica de los últimos 25 años y en el origen del autogobierno andaluz" que los socialistas asumieron desde el inicio de los trabajos sobre la reforma estatutaria.
"REALIDAD NACIONAL"
"Al inicio del trabajo de la ponencia ya dimos un primer paso al reconocer que Andalucía es una nacionalidad histórica, que ya apuntaba nuestra disposición a profundizar más en aquellos elementos relativos a las señas de identidad y la historia reciente y pasada de la autonomía andaluza", recordó Pizarro, que indicó que la referencia a la "realidad nacional" de Andalucía está inspirada en la fórmula acuñada por el catedrático y ex ministro con UCD Manuel Clavero Arévalo.
Según argumentó, la denominada 'fórmula Clavero' pasó de ser considerada como una "aportación interesante" a convertirse en una propuesta "asumida" por el partido porque entendía que "sintetizaba las ideas de todos los grupos, ya que el PP no le considera sospechoso de plantear una fórmula que ponga en riesgo la unidad de España, Clavero ha estado cercano a las posiciones del PA e IU también barajaba diversas opciones ligadas al concepto de nacionalidad".
"Hemos asumido esta propuesta con la responsabilidad que corresponde a una fuerza como el PSOE, mayoritaria en el Parlamento andaluz, porque teníamos el convencimiento de que era una definición en el camino de acercar posiciones entre todas las fuerzas políticas", insistió Pizarro, que lamentó que hasta el momento esta propuesta no haya servido para permitir el consenso.
