BARCELONA 18 Mar. (EUROPA PRESS) -
El secretario general adjunto de CDC, Felip Puig, consideró hoy que el ex ministro de Defensa José Bono no debería tener el apoyo de CiU para presidir el Congreso la próxima legislatura. En declaraciones a TV3 recogidas por Europa Press, Puig alegó que el socialista "representa en parte la misma visión que el PP pero desde el PSOE".
Para Puig, CiU no puede votar a favor de Bono "por cuatro compensaciones en las mesas", pues el combate también se juega en los "gestos" y en las posiciones, subrayó.
Aunque hizo hincapié en que esta reflexión todavía no se ha hecho en el seno de la dirección de CiU, indicó que él defenderá como dirigente que la federación no puede apoyar a Bono, aunque no quiso descartar la abstención.
Respecto a un pacto con el PSOE, el secretario general adjunto de CDC se mostró "muy escéptico" con que José Luis Rodríguez Zapatero pueda cumplir con las condiciones que pondrá encima de la mesa CiU, pero aseguró que no se puede "cerrar la puerta" tampoco.
AUTOCRÍTICA.
Puig esbozó algunos elementos de autocrítica respecto a la campaña electoral de CiU, asegurando que la federación perdió la "batalla emocional" que se planteaba al no crecer ante las pérdidas de apoyo que han sufrido otras fuerzas catalanistas.
El dirigente de CiU consideró que no se supo explicar bien que, a pesar de la hostilidad de hoy del PP con Catalunya, en los momentos en que la federación llegó a pactos con los populares, estos acuerdos fueron "mucho mejores que con el PSOE". "Cumplieron mucho mejor de lo que han cumplido nunca el señor González y el señor Zapatero", aseveró.
Para él, CiU no fue "suficientemente incisiva" en demostrar que PP y PSOE eran "dos caras de la misma manera", porque unos intentan "destruir y los otros diluir".
Por ello, el PSOE consiguió hacer olvidar a los electores sus incumplimientos durante los últimos cuatro años, algo que merece, a su juicio, una reflexión estratégica, de comunicación de la federación.
Según Puig, es posible que CiU no haya jugado el "combate emocional" que se jugaba en estas elecciones con la suficiente "pasión", razón por la cual ha acabado ganando el miedo al PP.
También reconoció algunos elementos de "no suficiente cohesión" cuando algunos dirigentes de CDC intervinieron en ausencia del candidato de CiU a las elecciones generales, Josep Antoni Duran. Admitió en esos momentos que la federación pudo haber provocado "cierta sensación de desconcierto" en parte de su electorado.
Aun así, quiso dejar claro que la responsabilidad es colectiva, pero nunca de Duran, a quien consideró un "buen representante en Madrid", y subrayó que la autocrítica "no es para desgastar un liderazgo", sino de cara a las próximas elecciones autonómicas.
LLAMAMIENTO DESESPERADO DE CAROD.
Respecto a las declaraciones del vicepresidente de la Generalitat y presidente de ERC, Josep Lluís Carod-Rovira, apostando por que republicanos y CiU pongan el "contador a cero" en sus relaciones, Puig opinó que todo ello forma parte de una "lucha de supervivencia" que se está produciendo en ERC y que desde CiU se debe "entender y respetar".
Para él, no es momento para decidir si CiU atiende este "llamamiento desesperado" de Carod, sino de ser "muy comprensivos" con la situación interna de los republicanos.
Puig atribuyó el descenso electoral de ERC a que los electores no han entendido que se pueda uno declarar independentista y después apoyar a José Montilla como presidente de la Generalitat, algo que vio "incompatible".
En cuanto a una posible sociovergencia si el congreso de ERC es muy convulso, Puig indicó que "hoy por hoy es muy difícil", porque depende no sólo de los republicanos, sino también de CiU y de que el propio Montilla "haga una reflexión que supere sus estrictos intereses partidistas".
Al ser preguntado por las declaraciones de la mujer del ex presidente de la Generalitat Jordi Pujol, Marta Ferrussola, sobre el origen de Montilla, el dirigente de CiU dijo no compartirlas y las consideró un "grave error".
A su juicio, a Montilla no se le tiene que criticar por ser andaluz o no haber aprendido catalán en 30 años aunque eso pueda lamentarse, sino por su intento de diluir "premeditadamente" un proyecto de país, "reconduciéndolo hacia su ambición española".