BARCELONA, 11 Oct. (EUROPA PRESS) -
El ex presidente de la Generalitat catalana Jordi Pujol y el ex primer ministro italiano y ex presidente de la Comisión Europea Romano Prodi han apostado este martes por fortalecer Europa y el euro ante la incertidumbre política y económica presente y futura.
En un reducido encuentro con periodistas, con motivo de la presentación del libro 'Sembrar, trabajar y recoger' de Pujol, ambos han hecho gala de su entendimiento y han departido sobre la situación política y económica europea y mundial, así como sobre el movimiento de los indignados.
Después de que el presidente saliente del Banco Central Europeo (BCE), Jean Claude-Trichet, haya abogado por recapitalizar la banca al considerar que la crisis europea de la deuda ha alcanzado una dimensión sistémica, Prodi ha lamentado que no se desarrollara una política económica y financiera común desde un inicio.
Así, ha expresado su convencimiento de que hay que avanzar en pro de un euro más fuerte y protegido y ha urgido a aplicar una acción más conjunta y coordinada; "¿Por qué se ataca al euro y no al dólar? Porque estamos divididos".
Tras negar que España e Italia estén en peligro y que están haciendo los deberes, Pujol ha tomado la palabra para reclamar, en la misma línea que el ex presidente de la Comisión Europea, solidaridad para conseguir una moneda fuerte europea pese a la "política insensata" que han implementado Grecia, Italia, Portugal y España.
Frente a los discursos antieuropeístas que se han acrecentado en algunos países, Prodi ha insistido en que es necesario mantener el euro, un interés que comparte Estados Unidos porque "la caída de la moneda también haría daño a los americanos".
Además de advertir de la emergencia de países como China y de confiar en que el euro remontará, ha esgrimido que la supervivencia de Europa y su moneda permite que el mundo no esté comandado por una sola potencia: "Para tener una Europa que decide hay que acabar con la unanimidad".
Así, ha criticado las dificultades que imponen Alemania y Francia a la hora de tomar decisiones, y ha emplazado a los alemanes a ser más solidarios en al salida de la crisis.
Pujol se ha definido como un europeísta convencido y ha sostenido que el núcleo central del catalanismo también lo es "aunque no le resuelva algunos problemas", pero ha advertido de que si se pierden estas raíces se eliminará parte de la identidad catalana.
Ha llamado así a fortalecer la identidad europea, a superar sus miedos y a recuperar los valores ante el "hedonismo" que se ha instalado en la sociedad porque, a su juicio, se ha puesto el acento en los derechos y se han aparcado los deberes.
INDIGNADOS
Ambos han analizado también el fenómeno de los indignados, del que Prodi ha opinado que es consecuencia de la crisis, del aumento de la injusticia y de las diferencias cada vez mayores entre ricos y pobres.
Los impuestos, la eliminación de Sucesiones y la globalización, según el dirigente italiano, han generado este malestar en todo el mundo que se ha traducido en el movimiento de los indignados.
Pujol ha vaticinado que el movimiento no tendrá traducción política a corto plazo pero que sí que introducirá nuevos valores, ideas y actitudes en el futuro, "como consiguió el movimiento del 68".
