SEVILLA, 26 Jun. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, reclamó hoy al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y a otros miembros del PSOE que respeten las actuaciones de los tribunales como hacen "los demás", al tiempo que calificó de "inaceptables las críticas" de socialistas a un juez, en referencia al magistrado de Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska, "por cumplir la ley".
Durante su intervención en un acto en Sevilla para presentar a los candidatos andaluces a los municipios de más de 20.000 habitantes, Rajoy también aprovechó para advertir a Rodríguez Zapatero de que hacer un acuerdo político en el País Vasco que recoja la pluralidad de Euskadi "con quien tiene la pistola, es perder siempre".
Rajoy, que no mencionó directamente a Grande-Marlaska, quiso dejar claro que la función del juez es aplicar la ley con independencia y la del legislador, el diputado, aprobar la norma que el magistrado tiene que aplicar, mientras que la función del Gobierno es "ejecutar con arreglo a la ley".
En este sentido, consideró que son "inaceptables" las críticas de dirigentes socialistas y de otros a un juez por cumplir la ley, al tiempo que señaló que su papel no va a ser defender al citado magistrado, porque "no lo necesita", si bien lo definió como un "servidor del interés general y público". "Le pido a los dirigentes del PSOE que respeten las actuaciones de los tribunales como lo hacemos los demás", sentenció.
Asimismo, Mariano Rajoy manifestó que es "mucho más respetable y ni siquiera admite comparación" lo que está haciendo el poder judicial que lo que está haciendo el fiscal general del Estado o lo que están haciendo algunos responsables policiales.
Para el líder del PP, convendría que algunos se dieran cuenta de lo que están haciendo porque hay dirigentes muy importantes, que asumen altas responsabilidades, que están "criticando más a los jueces o al Partido Popular que a Batasuna y que a ETA". Esos dirigentes, según Rajoy, no deberían confundir quiénes son los adversarios o los enemigos, porque, "que se sepa, ETA y Batasuna son organizaciones terroristas, con el historial conocido, que liquidan los derechos de los demás y que no merecen más que una apelación para que dejen de matar". "Es lo único que merecen y es lo único que se les puede dar", apuntó.
Para Mariano Rajoy, cuando se habla de negociar con ETA, lo primero que hay que explicar es qué se quiere negociar, mientras insistió en que el único mensaje a la organización terrorista debe ser que tiene que disolverse y cumplir con la ley, porque también "le obliga", como a todos los ciudadanos. Advirtió al Gobierno de que no se pueden hacer cesiones políticas a una organización terrorista, cambiar sentencias de los tribunales por presos ni legalizar a una organización terrorista como Batasuna.
En su opinión, quien tiene la responsabilidad de gobernar, en lugar de utilizar "palabras mágicas" como diálogo y negociación, debería empezar por explicar "qué quiere hacer y qué va a hacer". Insistió en que no es posible negociación alguna con ETA mientras no se disuelva y deje definitivamente las armas.
Respecto a las manifestaciones del presidente del Gobierno sobre la necesidad de llevar a término en el País Vasco un acuerdo político que recoja la pluralidad de Euskadi, Mariano Rajoy quiso dejar claro que el único acuerdo político que recoge dicha pluralidad es el Estatuto de Autonomía de Guernika, votado por la inmensa mayoría de los partidos y de los ciudadanos que fueron a votar.
En este sentido, advirtió a Rodríguez Zapatero de que hacer un acuerdo político, recoja o no la pluralidad, "con quien tiene una pistola, es perder siempre". "Negociar con un señor o con un partido o con una parte de un partido que tiene un as en la manga, que puede utilizar cuando estime oportuno y conveniente, como es una pistola, es perder siempre", señaló Rajoy, quien insistió en alertar al presidente de que sólo se puede "pedir que dejen las pistolas" porque "si no, se pierde siempre".
A su entender, más le valdría a algunos hacer caso y respetar las decisiones que toman poderes del Estado o lo que "le decimos partidos políticos absolutamente democráticos desde otro lado, que no hacer caso a los comunicados, a los guiños y a los cantos de sirena de unos señores que, mientras no se demuestre lo contrario, son unos terroristas".
