Sale de prisión por motivos de salud el etarra Mikel Ibáñez

El terrorista, que permaneció un mes bajo arresto domiciliario, volvió a ser encarcelado en julio por orden de la Audiencia Nacional

Europa Press Nacional
Actualizado: miércoles, 15 septiembre 2010 21:20

MADRID, 15 Sep. (EUROPA PRESS) -

El etarra Mikel Ibáñez Oteiza, a cuya puesta en libertad se opuso la Fiscalía de la Audiencia Nacional argumentando que podía cumplir en prisión la prescripción facultativa de pasear, ha abandonado este miércoles la cárcel de Martutene, en San Sebastián, por motivos de salud, informaron a Europa Press fuentes penitenciarias.

Ibáñez Oteiza, condenado a 27 años de cárcel por facilitar información a ETA para asesinar en 1988 al empresario Francisco Javier Zabaleta, está aquejado de un cáncer. En junio comenzó a cumplir su pena en régimen de arresto domiciliario aunque un mes después la Sección Segunda de la Sala de lo Penal volvió a decretar su ingreso en prisión, al considerar que no existían "razones médicas" que justificara "una medida excepcional" como el mantenimiento de la "situación de prisión provisional atenuada (domiciliaria)".

En concreto, la Sección Segunda de la Sala de lo Penal decretó el 15 de julio el regreso del etarra a la cárcel, aunque el día 21 de ese mes acordó que éste se produjera una vez que recibiera el alta en el hospital en el que se encontraba ingresado. Finalmente, el 10 de agosto ordenó la ejecución de la medida al constatar que tenía el visto bueno del centro médico.

La decisión fue revisada en agosto por la Sala de Vacaciones de la Audiencia Nacional después de que la abogada de Ibáñez, Jone Goirizelaia, presentara un recurso de súplica. El tribunal, integrado por los magistrados Fernando García Nicolas, Elisa Veiga y José Luis Gil, confirmó la última de las tres resoluciones al "no apreciar razones médicas" que justificaran "el no ingreso en prisión para cumplimiento de la pena".

El tribunal, no obstante, añadía que los servicios penitenciarios "deben velar por la salud del penado, dándole especial atención médica y trasladándole cuando sea necesario al centro hospitalario y a las consultas externas precisas para su tratamiento y salud". Estas actuaciones podrían llevarse a cabo, según el auto, sin "necesidad de petición concreta" a la autoridad judicial y "con la debida vigilancia policial".

PODRÁ ANDAR EN PRISIÓN

Durante el mes en el que permaneció bajo arresto domiciliario, Ibáñez solicitó salir varias horas al día de su casa porque le convenía andar por prescripción facultativa. Sin embargo, la Fiscalía reclamó su reingreso en prisión argumentando que allí tendría la oportunidad de pasear.

El auto de la Sala de Vacaciones recordaba que, según un informe forense presentado el pasado 30 de abril, los paseos podían ser sustituidos por la "utilización de cinta deslizante en el domicilio", lo que evidenciaba, a su juicio, "la normalización de la vida del condenado, que ya no es una persona postrada por la enfermedad".

En mayo de 2009 la Sección Segunda de la Sala de lo Penal condenó a Ibáñez Oteiza a 27 años de cárcel por facilitar a ETA la información que le permitió cometer el 6 de junio de 1988 el asesinato en Eibar (Guipúzcoa) de Francisco Javier Zabaleta Azpitarte, al que la banda acusaba de ser un narcotraficante.

La sentencia consideraba "evidente la voluntad decidida de acabar con la vida de la víctima, o cuando menos una aceptación o consentimiento de que la información transmitida a un miembro de ETA iba a ser utilizada por aquella para acometer un atentado contra la vida de la persona sometida a vigilancia, con resultado letal".

Los etarras Jesús María Zigonda, Juan Carlos Balerdi y Fermín Undiarín afirmaron tras reconocerle fotográficamente que fue Ibáñez Oteiza --al que conocían como 'Mikel de Eibar'-- quien les aportó "la información necesaria para la localización de la víctima".

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