Sami Naïr propone al PSOE una política de inmigración más flexible, sin abrir fronteras ni incentivar el retorno

 Sami Naïr, Miembro Del Equipo De Expertos Del PSOE
PSOE
Actualizado: domingo, 12 julio 2015 12:16

Ve "vergonzoso" que la UE, con 512 millones de habitantes, "se pelee por recibir a 40.000 refugiados" y llama a "no regatear"

MADRID, 12 Jul. (EUROPA PRESS) -

El politólogo y sociólogo francés Sami Naïr, uno de los 'expertos' fichados por el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, para elaborar su programa electoral, cree que España no debería incentivar el retorno de inmigrantes, sino que tendría que fortalecer el mantenimiento de los que deseen residir en el país, pero flexibilizando las posibilidades de ir y volver, así como reforzando su capacidad para contribuir al desarrollo de sus países.

De esto modo, propone a los socialistas que pongan en práctica el 'codesarrollo', una forma de cooperación apadrinada por el propio Naïr que busca la colaboración mutua entre los países, aprovechando el capital humano que aportan los inmigrantes, pero también fomentando que sirva como un vector de solidaridad hacia los países emisores, contribuyendo a su desarrollo.

En una entrevista con Europa Press, el catedrático de Ciencias Políticas incorporado al equipo socialista ha defendido que éste debería ser uno de los grandes pilares sobre los que edificar la política de inmigración de un Gobierno del PSOE, un asunto en el que reconoce que debe buscarse el consenso de todas las fuerzas políticas, porque no puede ser "mercancía electoral".

"Hay que buscar una concepción consensuada, sacar a la inmigración del debate político para ponerlo donde tiene que estar: es un fenómeno humano, social", ha subrayado Naïr.

Dejando claro que en ningún caso aboga por "la apertura de fronteras", ha defendido que se trata de "organizar, canalizar los flujos migratorios y apuesta por dar "más flexibilidad" a las relaciones con los países emisores.

El nuevo asesor de Pedro Sánchez es "totalmente contrario" a quienes defienden la puesta en marcha de mecanismos que incentiven el retorno. En su opinión, hay que dar oportunidades al inmigrante que quiere vivir en España sin romper los lazos con su país, para que tenga posibilidad de hacerlo sin necesidad de hacerle elegir.

Y lo explica apuntando que hay muchos inmigrantes que se traen a su familia porque no tienen la posibilidad de mantenerla en buenas condiciones en su país de origen, pese a que prefieren que permanezcan allí. Con el "cierre drástico" de fronteras, dice, estas personas prefieren reagrupar a sus parientes.

VISADOS DE IDA Y VUELTA Y FINANCIACIÓN A MICROPROYECTOS

Sin embargo, Naïr aboga por resolver esta situación y darle la posibilidad, "a través de visados de ida y vuelta, de un sistema de ayuda a la financiación de microproyectos en su país de origen", para crear las condiciones y las posibilidades de mantener a su familia y contribuir al desarrollo de su país de origen.

Ésta era la cultura que había, explica, antes de la puesta en marcha de leyes estrictas, a partir de 1975 y de la creación del Espacio Schengen, cuando había "una dialéctica de ida y venida de los inmigrantes", que considera que beneficia a ambos países. En su opinión, hay que "devolver mucha más flexibilidad a las relaciones con los países de origen".

Naïr ya ha repasado los trabajos elaborados por el PSOE en la materia que se le ha encomendado y considera que es un "buen" planteamiento, que trata de "recuperar lo que había antes en cuanto a la gestión de la política migratoria", con un enfoque "mucho más solidario".

INTEGRACIÓN Y RESPETO A LA CULTURA DEL PAÍS DE ACOGIDA

En su opinión, además del codesarrollo, otro gran pilar de la política de inmigración de un Gobierno socialista pasa por la "responsabilidad ciudadana", con políticas de integración para extranjeros e inmigrantes, que se basen en "el respeto de las reglas del país de acogida" y les reconozca los mismos derechos que tienen el resto de ciudadanos.

Esto incluye el respeto de "las pautas culturales del país de acogida", teniendo muy en cuenta que España tiene reglas "seculares" y no se puede aceptar nada que ponga en cuestión "la modernidad y la igualdad, principio fundamental de la modernidad". "La democracia respeta a lo sagrado, pero lo sagrado no puede imponerse a la democracia, la democracia es superior", ha remachado.

Y, en tercer lugar, cree que la nueva política de inmigración debe comenzar por el restablecimiento de "las reglas del Estado de Derecho en la gestión de los flujos migratorios", sobre todo en lo que se refiere a "las entradas ilegales y a los refugiados".

En su opinión, "sin abrir las fronteras", hay que "poner en el centro de la relación de España con ese fenómeno el respeto a los Derechos Humanos y la dignidad y a las convenciones internacionales en cuanto a la gestión de esas demandas migratorias, que sean de refugiados o ilegales económicos".

Esto, ha dicho, tendrá consecuencias en la gestión de los centros de internamiento y en la revisión de prácticas que durante estos años "han restringido el derecho de las personas", para "fortalecer el Estado de Derecho en España", porque las "violaciones" de derechos en las fronteras "violan la concepción misma del Estado de Derecho en el país".

Además, a su juicio, España debería aumentar la ayuda oficial al desarrollo, aunque no se ha atrevido a contabilizar hasta qué porcentaje, cuando hay que aumentar la inversión en "todas" las políticas que han sufrido recortes durante estos años. Y ha apuntado que este país, como el resto de países de la UE, recortaron en estas partidas porque era "inevitable" hacerlo.

MAYOR IMPLICACIÓN ANTE REFUGIADOS

Naïr ha abogado también por que España debe "hacer oír su voz" en la Unión Europea, que debería "implicarse" más en el Mediterráneo y poner en marcha una verdadera "gestión común de los flujos migratorios". Además, en su opinión, los europeos deberían afrontar la problemática de los refugiados.

A su juicio, el cierre de fronteras es "necesario" aunque "muy duro", pero hace que "la demanda migratoria" se haya incrementado "considerablemente" en los últimos años, acumulándose en las fronteras exteriores, pero los inmigrantes "no vacilan a la hora de poner la vida en riesgo en el mar".

"Nosotros no nos podemos quedar indiferentes, porque son seres humanos y porque tenemos una responsabilidad, que se puede medir fácilmente en el crecimiento enorme de las desigualdades entre el norte y el sur", ha subrayado.

Naïr ha defendido que la UE debería dar respuesta a los refugiados, diferenciando además los que proceden de países en guerra como Siria, Irak o Afganistán, y desplegar una política de solidaridad, y ser "mucho más flexible", porque Occidente es "en parte responsable" de esa situación" y no debería "regatear".

Así, y aunque no ha entrado en el "trabajo técnico" que debería hacerse para definir "las capacidades de acogida" de cada país, sí ha denunciado que es "un espectáculo vergonzoso" ver que la Unión Europea, con "casi 512 millones de habitantes, se pelea por recibir 40.000 refugiados". "No lo puedo entender", ha lamentado.

NO A LA INTERVENCIÓN MILITAR EXTRANJERA

Naïr también ha defendido la necesidad de luchar contra las "redes mafiosas" que trafican con seres humanos y que fundamentalmente operan desde Libia, un país que ha resultado "destrozado por la intervención extranjera, sin que la comunidad internacional haya asegurado la continuidad del Estado después de la desaparición de Gadafi". "Hemos destrozado ese país y hemos dicho 'ahora, entre vosotros, encontrad una solución'", ha recalcado.

Ahora, en su opinión, cualquier solución pasa por un acuerdo entre los dos Gobiernos rivales en Libia, que cree que llegará, y no por otra intervención militar extranjera. Aunque ha reconocido que sería posible enviar una misión de la ONU si las autoridades libias así lo pidieran.

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