MADRID, 30 Abr. (EUROPA PRESS) -
Los dos principales sindicatos policiales lamentaron hoy la fuga del etarra José Ignacio De Juana Chaos en Irlanda del Norte y pidieron su rápida detención para continuar los trámites de su extradición a España. Desde el Sindicato Unificado de la Policía (SUP) piden que sea rápidamente encarcelado para que "con un poco de suerte haga otra huelga de hambre en prisión" y desde la Confederación Española de la Policía (CEP) critican que "era previsible su marcha".
"Ahora lo que toca otra vez es intentar cogerlo pronto, traerlo a España, meterle en la cárcel y con un poco de suerte que haga una huelga de hambre y celebrar que no queda De Juana nunca más", dijo en declaraciones a Europa Press el secretario general del SUP, José Manuel Sánchez Fornet, quien calificó la marcha del terrorista como "una vergüenza y un golpe bajo a las víctimas y a las Fuerzas de Seguridad".
Según dijo, la situación de De Juana se debe "al problema de tener una legislación acomplejada que establece cosas que son impensables". "Que este hijoputa (De Juana Chaos) haya salido de la cárcel tras 21 años con 25 asesinatos, sólo puede pasar en un país acomplejado", añadió.
A partir de ahí, aseguró que la "policía irlandesa tendría que haber prestado más atención". "Si estuviera en España se le habría cuidado mejor", insistió Fornet, quien, sin embargo, reconoció que en Irlanda del Norte "también tienen su problema de terrorismo".
DE JUANA CHAOS, "ESA RATA"
Por su parte, el secretario general de la CEP, Ignacio López, recordó que De Juana Chaos "es una persona que ha huido de la Justicia", por lo que consideró que "era previsible" su marcha "cuando vio que se había aprobado su extradición a España".
"No llegamos a entender que con los antecedentes de esta rata las autoridades irlandesas no tomaran cartas en el asunto". En ese sentido, manifestó su confianza en que el Gobierno español hubiese informado a las autoridades británicas de las características de este terrorista".
"No nos queremos imaginar que el Gobierno o el Ministerio no haya advertido al Gobierno norirlandés. Damos un margen de maniobra hasta saber qué ha ocurrido, pero nos parece un asunto de máxima gravedad", zanjó.