El Supremo confirma los 186 años de prisión para dos etarras por el atentado contra un furgón militar en enero de 1994

Actualizado: jueves, 23 noviembre 2006 19:50

MADRID, 23 Nov. (EUROPA PRESS) -

La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo ha confirmado la condena a 186 años de prisión impuesta por la Audiencia Nacional a los integrantes del 'comando Madrid' de ETA Mikel Azurmendi Peñagaricano y Álvaro Arri Pascual por once delitos de asesinato en grado de tentativa y uno de estragos como autores del atentado con coche-bomba dirigido contra un furgón militar que transitaba por el Paseo de la Ermita del Santo de Madrid, el 25 de enero de 1994. El artefacto explotó tras la intervención de los Tedax y causó lesiones a 19 personas.

El alto tribunal se pronuncia así al desestimar los cuatro motivos expuestos en el recurso de casación de Arri Pascual contra la sentencia de noviembre de 2005 de la Sección Segunda de lo Penal de la Audiencia Nacional, que condenó también al etarra Mikel Azurmendi Peñagaricano y absolvió a la tercer miembro del "Comando Madrid", Idoia Martínez García, de los delitos de tentativa de asesinato. Esta sede judicial les condenó a 186 años de cárcel frente a la petición de 701 años de prisión que formuló la Fiscalía por 30 delitos de asesinatos frustrados.

En una sentencia hecha pública hoy, el Supremo afirma respecto a los argumentos del recurso que "no existió vulneración a un derecho con todas las garantías, ni quiebra del derecho de defensa, ni indefensión", al considerar que "para que pueda estimarse una indefensión con relevancia constitucional es preciso que se sitúe a la persona concernida en una situación que le impida alegar y defender sus derechos".

La resolución apunta que la declaración judicial de Azurmendi Peñagaricano "es clara y determinante en relación a la información adquirida sobre el itinerario que diariamente efectuaba el minibús del Ejército del Aire, así como de la realidad de los ocupantes que llevaba".

ATAQUE A UN FURGÓN MILITAR.

La sentencia de la Audiencia Nacional consideró probado que los condenados decidieron llevar a cabo a principios de 1994 un atentado mediante la colocación de un "coche bomba" al paso de una furgoneta oficial del Ejército del Aire. Después de que el comando llevara a cabo las comprobaciones necesarias sobre el trayecto de la furgoneta, ocupada diariamente por 11 personas, robaron un Opel Corsa que cargaron con dos ollas con 45 kilos de explosivo amonal. En la noche del 24 al 25 de enero de 1994 trasladaron el coche al punto elegido.

Arri Pascual se encargó de cubrir la acción mientras que Azurmendi accionó el dispositivo, que no produjo el resultado deseado por un fallo del mecanismo. Ambos huyeron del lugar. Momentos más tarde llegaron los artificieros de la Policía que, tras colocar un cebo, provocaron la explosión del artefacto, que causó lesiones a 19 personas. El total de los destrozos causados en coches y viviendas colindantes fue tasado en más de 790.000 euros.

La prueba de cargo se sustentó en que Azurmendi, tras ser detenido en Sevilla el 20 de marzo de 1998 reveló su propia participación, así como la de Arri Pascual, Idoia Martínez, Jon Bienzobas y Mercedes Chivite (estos dos últimos no están acusados en este juicio) en esta acción.